El gobierno de Alberto Fernández difundió este lunes por la noche un comunicado en el que emitió una ambigua postura sobre las elecciones presidenciales en Nicaragua, en las que Daniel Ortega se impuso en medio de polémicas y denuncias por persecución de dirigentes opositores.
“La República Argentina ratifica su histórico compromiso con la defensa de los Derechos Humanos y apoya con firmeza el trabajo de la Alta Comisionada de Naciones Unidas, Michelle Bachelet, respecto de la situación en Nicaragua”, comienza el comunicado que difundió Cancillería, cartera a cargo de Santiago Cafiero, en sus redes sociales.
Luego muestra su “preocupación” por la persecución de dirigentes opositores, algunos de ellos claro favoritos a los comicios de este domingo.
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, se impuso en polémicos comicios. Foto EFE
“Reiteramos nuestra preocupación ante la detención de dirigentes opositores, así como la necesidad de que el gobierno nicaragüense vele por el respeto de los derechos humanos de toda la población”, expresaron desde el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Y remarcaron: “A horas de haber finalizado el acto eleccionario, mantenemos nuestra tradición diplomática de no injerencia en cuestiones internas en otras naciones”.
Por último, dijeron que “acompañan al pueblo” nicaragüense para que recupere “la convivencia democrática”.
“En Argentina entendemos que la democracia supone respetar la diversidad ideológica y la participación cívica sin proscripciones. Debemos acompañar al pueblo de Nicaragua para que cuanto antes recupere el diálogo y la convivencia democrática”, finaliza el texto oficial.
Fuentes oficiales de Cancillería profundizaron la explicación sobre la posición argentina ante el régimen de Daniel Ortega.
En ese sentido, reiteraron que la Argentina cuestiona “el desenlace del proceso electoral” en el país centroamericano. También advierte sobre la detención de opositores y su proscripción para competir con Ortega.
Sin embargo, además de continuar con la política de “no injerencia”, destacaron que el país “no rompe relaciones con Nicaragua”. También mantiene su condena “a los bloqueos físicos y financieros que sólo llevar a agravar el sufrimiento de su pueblo”.
Rechazo global
Mientras Argentina mostró una postura ambigua, Estados Unidos y la Unión Europea fueron rotundos en su rechazo a las elecciones irregulares en Nicaragua.
Uno de los primeros en pronunciarse fue Joe Biden. “No fueron ni libres ni justas, y ciertamente no fueron democráticas”, dijo acerca de los comicios presidenciales, a los que calificó de “pantomima”.
En sus declaraciones, publicadas por portavoces de la Casa Blanca, el presidente de los Estados Unidos recordó el “encarcelamiento de casi 40 figuras de la oposición”, el “bloqueo” de los partidos políticos y el cierre de “medios de comunicación independientes” por parte del régimen de Ortega.
Por su parte, la Unión Europea afirmó que los comicios “completan la conversión de Nicaragua en un régimen autocrático“.

Nicolás Maduro, con Daniel Ortega, en 2013. Foto AFP
Del otro lado se posicionaron Venezuela, Cuba, Bolivia y Rusia.
“¡En Nicaragua triunfó la Paz! El pueblo nicaragüense le ha dado al mundo una contundente lección de democracia. Haciendo honor a su heroica herencia sandinista, que otorgó, a través del voto, una gran victoria al #FSLN. ¡Viva Sandino! ¡Viva Nicaragua! ¡Viva el Comandante Daniel!”, escribió Nicolás Maduro, en una serie de tuits celebratorios.
Un poco más escueto fue el comunicado del gobierno de Bolivia. “El Ministerio de Relaciones Exteriores saluda al hermano pueblo nicaragüense por la participación y vocación democrática en el proceso electoral”, manifestaron desde el gobierno de Evo Morales.
En la misma línea se expresó Cuba. “Felicidades al hermano pueblo de Nicaragua, a Daniel Ortega y a (la vicepresidenta y esposa de Ortega) Rosario Murillo, por el resultado de las elecciones”, dijo el presidente Miguel Díaz-Canel en Twitter.
En tanto, Rusia salió al cruce de los cuestionamientos que emitió Estados Unidos. Dijo que esas críticas son “inaceptables”.
Irregulares y sin sorpresas
Según los resultados oficiales, Ortega fue reelecto por tercera vez en Nicaragua en medio de denuncias por persecución a dirigentes opositores.
El presidente se impuso con el 75,92 % de los votos, por delante de Walter Espinoza, que sacó el 14,15 %. Otros cuatro partidos cumplieron un papel marginal, con entre el 3,3% y el 1,7% de los sufragios.
Se trata de un resultado que no arrojó sorpresas a la luz de las maniobras del régimen.
Siete dirigentes opositores fueron detenidos antes de los comicios y quedaron desplazados de la posibilidad de competir con Ortega.
Cristiana Chamorro Barrios, periodista e hija de la expresidenta Violeta Barrios de Chamorro, se perfilaba como la principal aspirante a la presidencia. Sin embargo, en mayo el gobierno abrió una investigación por supuesto lavado de dinero. Y en junio quedó con arresto domiciliario.
También fueron arrestados Juan Sebastián Chamorro, Miguel Mora y Arturo Cruz Sequeira, entre otros.
DS