El portavoz del gobierno nacional, Gabriela Ceruti, dio su habitual rueda de prensa este jueves y la última en el vestíbulo de Elecciones el domingo próximo. Mientras el presidente Alberto Fernández Manteniendo silencio y hablando sólo en el acto de clausura de la campaña esta tarde en Merlot, el funcionario intentó dar un respiro al impacto económico que podría generar una nueva derrota oficial.
En medio de la subida del dólar oficial, que este miércoles alcanzó un récord de 205 dólares, y la advertencia de los economistas de una posible devaluación postelectoral, Cerutti confirmó que “no se espera ninguna devaluación tras las elecciones”. “Los indicadores macroeconómicos muestran cautela, pero la voluntad de avanzar en esta dirección”, insistió.
De la misma forma, intentó dejar sordo a los análisis de los economistas y señaló que Casa Rosada se enfoca solo en los escenarios propuestos por el ministro de Economía, Martín Guzmán. En las últimas horas, el titular del Palacio de Hacienda ha negado cualquier devaluación, señalando que la economía argentina se encuentra “en un proceso de sólida recuperación, que se ha vuelto mucho menos heterogénea que antes”.
“El mundo no comienza ni termina el lunes. El lunes se corre como todos los días. Esperamos que el lunes siga siendo un estado normal, luego de pasar por un acto electoral transparente, como es la tradición en el país “, insistió Ceruti en su afán por sumar estabilidad postelectoral al tenso escenario no solo entre los dos fuerzas políticas principales pero y dentro de la Casa Rosada. Sin embargo, el discurso contradice la realidad del mercado.
Este miércoles, el dólar azul subió con fuerza y nuevamente superó el récord de un máximo histórico del 23 de octubre de 2020. La moneda, que se cotiza alrededor de $ 199 desde el comienzo de la semana, subió a $ 205, una cifra esperada por algunos expertos. Ante la incertidumbre que generó el escenario postelectoral, hubo un aumento significativo en la demanda por parte de los compradores, lo que llevó al Banco Central a intervenir y perder alrededor de $ 300 millones en solo 48 horas.
Sin embargo, el freno duró solo unos días y la subida de las últimas horas ha alarmado al gobierno. Palacio de Hacienda teme un aumento de la brecha del tipo de cambio con el oficial, y los economistas advierten que el alza podría convertirse en precios con aumentos futuros. El Ministerio de Comercio Interior insiste en que la subida del dólar azul no afectará la congelación de precios.