Para la campaña 21-22 en marcha, la Bolsa de Comercio de Rosario reflejó mayores costos de producción, por un fuerte aumento de los precios de los insumos, que en algunos casos registraron incrementos del 100% en menos de un año
Los ingresos de los productores en la campaña 2021/22 caerían un 19%, según un informe realizado por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). La merma se debe a un fuerte incremento de los costos de los insumos, pese a que para la cosecha se proyecta un récord de ingreso de divisas por US$ 36.527 millones y 141,7 millones de toneladas de granos.
Así se despende del análisis de Tomás Rodríguez Zurro y Emilce Terré, especialistas de la entidad santafesina, quienes indicaron que el resultado bruto de la producción agrícola argentina previo al Impuesto a las Ganancias y al pago de los alquileres de los campo sería de US$ 13.330 millones, como resultado global para los productores.
En tanto, para la 2021/22, los costos de producción que deberán afrontar entre todos los productores se estimaron en US$ 17.310 millones, superando en más de US$ 4.150 millones a los de la campaña anterior.
Esto se debe, principalmente, a un fuerte incremento en las cotizaciones de los insumos para la nueva campaña. “Para citar a modo de ejemplo, el precio de la urea (fertilizante clave del proceso productivo), subió desde aproximadamente US$ 600 por tonelada, a principios de año, a US$ 900 a la fecha. Además, el valor del glifosato, herbicida más utilizado para el control de malezas del mundo, subió más de 100% desde enero hasta la fecha”, remarcaron desde la BCR.
Asimismo, para la 2021/22, se estima que los costos de comercialización aumenten 31% respecto de la campaña actual y alcancen alrededor de los US$ 5.900 millones. De esta manera, descontados esos gastos, se arribaría a un “valor en tranquera de la producción” de US$ 30.650 millones, US$ 1.000 millones más que en la 2020/21, lo que también sería una marca histórica.
En tanto, para arribar al resultado para el productor previo al impuesto a las Ganancias y al pago del alquiler del campo en caso de que se produzca bajo esa modalidad, los analistas sustrajeron los costos de producción que abarcan erogaciones por labranzas, semillas, fertilizantes y agroquímicos, más los gastos de la cosecha.
La entidad rosarina también remarcó que por los “elevados precios internacionales de los principales granos y subproductos del sector agroindustrial proyectados para el año próximo, la 2021/22 dejaría como saldo un ingreso de divisas récord para el país por exportaciones de granos y subproductos, siempre que la Niña no golpee con fuerza los rindes y éstos puedan ubicarse en niveles acordes a su tendencia histórica”.
“Resulta evidente que, a pesar de que el valor local de la producción para la nueva campaña podría llegar a ser el más elevado de la historia por los buenos precios y la perspectiva de una recomposición en los volúmenes, los elevados costos de producción que deberá afrontar el productor en la nueva campaña repercutirán considerablemente sobre su resultado económico y éste caería respecto de la 2020/21″, evaluaron.
La soja es el cultivo más golpeado y el trigo es el único que mejora
Un aspecto para resaltar, indicaron desde la BCR, es que el cultivo que más aporta al resultado bruto en la producción total es la soja, representando “casi US$ 6.000 millones o un 45%”. Mientras que el maíz es el segundo con US$ 3.770 millones (28%) y el trigo cierra el podio con US$ 1.100 millones (11%).
Otro elemento que destacó es que todos los cultivos presentan una caída del resultado bruto de la producción respecto de la campaña 2020/21 a excepción del trigo. “La mayor caída en términos absolutos es de la soja (US$ 1.930 millones menos), mientras que en términos relativos es la cebada la que más cae (-51%). Contrariamente, el valor bruto de la producción del trigo crece 21% respecto de la 2020/21, como consecuencia tanto de mayores precios proyectados para el cereal como de un mejor guarismo productivo para el nuevo ciclo (la producción crecería 22% entre campañas) que más que compensan los mayores costos productivos y de comercialización para los granos”.
En cuanto a los costos de producción de cada cultivo, se especificó que en todos los casos se registra un incremento para el nuevo ciclo. Sin embargo, un punto que sobresale por encima del resto es el fuerte incremento en el caso del maíz.
Entre los gastos de labranzas, semillas, fertilizantes, agroquímicos y cosecha en el nuevo ciclo serían necesarios US$ 1.440 millones más que lo requerido en la campaña anterior. Es que el cereal precisamente requiere de una elevada inversión en fertilizantes y agroquímicos, por lo que la suba de los precios de los mismos “impacta más fuertemente en la producción de granos amarillos”.
Otro caso que resalta el informe es el del trigo. Los costos de producción del cereal se incrementaron en casi US$ 1.000 millones entre campañas. Además del aumento en los precios de los insumos, esto también responde al elevado nivel de tecnología aplicado en su producción en la nueva campaña.