Wanda Nara y la China Suárez serán por siempre enemigas, como Batman y el Pingüino. Se convierte en una utopía imaginar un campo de concordia entre las dos famosas, porque la infidelidad que elucubró su marido Mauro Icardi con la actriz caló hondo, en lo más profundo del corazón de la blonda.
Ese engaño truculento, oscuro y que se tejió en la clandestinidad provocó el escándalo más grandilocuente y ruidoso de los últimos años: el Wandagate. Más allá que la ex de Maxi López haya tomado el sendero de la clemencia y la exculpación a su esposo, la traición no se disipará nunca.
Wanda procuró construir una imagen de asunto resuelto, con esa manía por exhibirse liviana y campante por la vida, con esas actividades como promocionar su línea de cosméticos o aterrizar en Argentina para tomar posesión de la mansión en Nordelta.
La influencer suele tirar alguna indirecta, algún palito encubierto para con la China, como esa frase que esgrimió en un spot de Netflix: “Yo nunca me hubiera acostado con un hombre casado«. Así como varios looks y hasta posturas en los posteos de redes sociales, que muchos usuarios detectaron.
Ahora llega un nuevo capítulo, porque se produjo la ‘denuncia’ de un ambientador a Wanda, en la que asegura que le copió el diseño de la decoración de la mesa. ¿Cómo? Claro, Ramiro Arzuaga aseveró que Nara emuló el formato que él le preparó a María Eugenia en su último cumpleaños.
Todo esto surgió en Intrusos, cuando Paula Varela pidió la palabra para retratar el conflicto entre Wanda y China: «Me está escribiendo el reconocido ambientador Ramiro Arzuaga. Me dice ‘Wanda se copió de la mesa que le hice yo a la para su cumple’. Usó los mismos proveedores».
Al unísono que Rodrigo Lussich avivó más el fuego y exclamó: «Pensamos que estaba copiando a Pampita que vivía enfrente que le hizo el bautismo a la nena. Quiso hacer la misma decoración de la China, su archienemiga«. Para cerrar, Varela bramó: «Usó los mismo proveedores. O sea que las lucecitas esas estuvieron en la casa de la China y en la casa de Wanda«.