«Ya no soy una pendeja, la semana pasada cumplí 48». Primero, 48 años tampoco son tantos. Segundo: Connie Ansaldi, la que dijo eso en Los Angeles de la Mañana, a simple vista parece tener bastantes menos. Se la observa rozagante, fresca, tersa, se le ve la piel lozana, limpia, brillante. Ella está súper activa, es decidida, arriesgada y se ha convertido prácticamente en una gurú de la buena vida. Astuto como pocos, Angel de Brito le preguntó qué hizo para verse y sentirse de esa forma, y Connie le contó, claro.
«Bueno, es que hay un momento en el que hay que hacer un punto y decirse interiormente «yo quiero tener otra vida, o una vida mejor», porque uno se puede poner cosas en la piel, cremas, aceites, de hecho yo me pongo unas que me gustan mucho, pero el cambio tiene que ir de adentro hacia afuera», arrancó Connie, quien para homenajear al final del ciclo -LAM termina el 31 de diciembre- llevó alitas en sus espaldas.
«Di con una persona que me modificó toda la alimentación -agregó- y te juró que en seis meses todos mis análisis dieron un vuelco completo. Yo estaba pre diabética, que es algo que la gente por ahí no tiene idea porque ni siquiera se hace los estudios. Y ahora por suerte regularicé todo eso, y se debe a la alimentación que es la base de todo y lo que hay que cambiar. Cambié toda mi alimentación y estoy bárbara. Por ejemplo jamás tuve el pelo tan bien como ahora».
«Cambié toda mi alimentación. Hay que comer alimentos en serio. Carnes, verduras, pollo, pescado, y no los procesados, que son veneno como el azucar, el jarabe de fructuosa, el aceite hidrogenado y la leche de vaca».
«El veneno son los procesados. El azucar, el azucar es terrible. Y el aceite hidrogenado que está en tantos productos y no tenemos ni idea. Lo que arruina la salud son los procesados. La sal no es mala, lo que es veneno es jarabe de fructuosa, el azúcar, el aceite hidrogenado y la leche de vaca que la gente la consume como si nada y es malisima», puntualizó Connie.
«Yo la reemplacé por la leche de almendras, que es buenísima y para el que aprende a hacerla además es muy fácil. Y después comer todo lo que sea comida de verdad. Carne, pescado, pollo, huevos, verduras, la comida de verdad: lo que hay que eliminar son los procesados, que son los que nos hacen tanto daño. Por eso estoy así. Esa es la pura verdad. Después en la cara sí, me pongo unos productos que me encantan que se llaman Gran Elephant, pero lo importante es lo que comemos», señaló Connie.
«Eso y dormir chicos. No lo sabemos, pero dormir es fundamental. No dormir es el principal asesiono silenciosos. Muchas de las enfermedades autoinmunes se despiertan porque dormimos mal. A mi y a mucha gente nos cuesta dormir. Pero hay que hacer el esfuerzo y dormir, y si no ayudarse con cosas naturales como la melatonina o la valeriana, o tés que sabés que te pueden ayudar. Y además, apagar un poco las pantallas porque estamos todo el día pendientes», finalizó.