Como en la justicia es “ley de oro” que los jueces no pueden ser juzgados por sus sentencias, también debiera ser una ley de oro en la sociedad que los legisladores deben ser valorados por sus votos y no por sus discursos, y que esa valoración debe recordarse, con un marcador de tinta indeleble, hasta la generación de nietos.
Marcos Paz Posse
[email protected]