Entrada: cráteres, lagos, lomos de burro, aguas cloacales a cielo abierto. Las calles de esta desdichada ciudad mal llamada “el jardín de la república” (debiera de llamarse “los laberintos de una ciudad en ruinas”) constituyen una verdadera fuente de grandes peligros para el que las transita. Paso a detallar las pesadillas de los que circulamos : 1. Si Ud. transita en moto puede matarse en los cráteres que la desidia del municipio no repara; si además llueve, el cráter “es invisible a los ojos” y puede provocar la muerte del que va en moto y la destrucción del automóvil. Por dos razones diferentes: o bien destruye el tren delantero, o bien destruye el motor al atravesar los lagos, ríos y lagunas que provoca una lluvia cualquiera. No es necesario que sea muy caudalosa la lluvia… las calles igual se inundarán. Si Ud. pasa por un río de aguas cloacales sobre la calzada corre gran peligro de ser bañado por una lluvia de escherichia coli, la bacteria de los excrementos. 2. Puede ocurrirle que los abundantes ladrones hayan robado la tapa de inspección, de modo tal que si Ud. cae en el círculo hueco quizá se mate si va en moto o en bicicleta o destruya el auto si va en auto. 3. Una vez superados todos estos peligros, Ud. se acercará a su casa y en el semáforo será atacado por delincuentes armados que transitan esas mismas calles contaminadas. 4. Si logra eludir todos esos peligros, encuentra un lomo de burro absolutamente fuera de norma y sin señalización; como la calle está inundada Ud. no lo puede ver y otra vez: o se mata en la moto o destruye el auto. 5. Finalmente Ud. estaciona frente su casa, aliviado… mientras llueve un tronco de árbol aplasta su auto… pero bueno… eso no es nada; Ud., su persona, está a salvo. Las autoridades municipales que aspiran a cargos más elevados, debieran de empezar por su ciudad maldita.
Franco Eugenio Nanni
[email protected]