A tono con los chispazos internos que atravesaron a la coalición desde las elecciones, la reunión de la mesa nacional de Juntos por el Cambio de esta semana, la última del 2021, dejó un tendal de heridos y un creciente malestar en un sector de la oposición que, por lo bajo, acusa «falta de representatividad» en el nuevo ámbito de decisiones.
Es que este lunes, la cúpula de Juntos por el Cambio definió que la nueva conducción nacional tendrá entre sus miembros al ex presidente Mauricio Macri; los tres gobernadores de la UCR y el jefe de Gobierno porteño; los titulares del radicalismo, la Coalición Cívica, el PRO y Peronismo Republicano; los presidentes de los bloques e interbloques en Diputados y en el Senado, y dos miembros en representación del PRO, dos por la UCR y uno por la CC y el PR.
«Es la mesa del 2019, como si no hubiera habido elecciones», se quejó ante este diario uno de los legisladores electos que, junto a otros, critica la nueva conformación de la mesa de JxC. Arremeten, además, contra la «Mesa Federal» que también se lanzó este lunes y que sí estará integrada por aliados provinciales con representación en el Congreso: verá la luz en marzo, en Corrientes. Dicen que es puramente testimonial.
Humberto Schiavoni, Mario Negri y Horacio Rodríguez Larreta, este lunes, en la reunión en la sede del PRO (Foto: Andres D’Elia).
Entre los críticos se destacan Rogelio Frigerio, Emilio Monzó y Diego Santilli. También Luis Juez y Rodrigo de Loredo, de Córdoba; Carolina Losada, de Santa Fe, o María Eugenia Vidal, que ahora representa a la Ciudad. Se trata de diputados que resultaron ganadores en las elecciones de noviembre y que no fueron contemplados a la hora de organizar la nueva mesa de conducción.
Tienen, según sus entornos, mucha más gravitación en las futuras estrategias parlamentarias de la oposición que muchos de los que figuran en la nueva mesa. «Hay algunos que no se resignan a perder los privilegios de estar ahí. Dejaron afuera a los que tienen votos», resaltan, enojados. Es más: dicen que la queja ya fue conversada con algunos de los principales dirigentes de la cúpula.
El caso Vidal
El caso de Vidal es, tal vez, el más paradójico: integró la mesa nacional de la coalición opositora desde fines del 2019 hasta estos meses, desde el llano, y quedó afuera de la nueva composición una vez que triunfó en las elecciones de la Ciudad, en noviembre, con cerca del 50% de los votos.
La ex gobernadora atraviesa días extraños. Además de quedar afuera de ese ámbito, estuvo en medio de un tironeo feroz con los intendentes del PRO del Gran Buenos Aires que pugnaban por estas horas junto al Frente de Todos por modificar la ley que prohíbe una nueva reelección en la Provincia (finalmente salió la modificación), y quedó envuelta en la polémica por el video que trascendió en estas horas de ex funcionarios de su gabinete, en una reunión con miembros de la AFI vinculada a la posterior detención del sindicalista Juan Pablo «Pata» Medina.
En un sector de JxC hay molestia, además, con la inclusión de Miguel Ángel Pichetto como representante del Peronismo Republicano. No por el ex senador en sí, si no porque dan cuenta de que el partido no tiene ninguna jerarquía nacional.
Hay, en ese sentido, cierta inquietud por saber quiénes serán los dos representantes que el PRO podrá incorporar al nuevo ámbito de discusión que este lunes se reunió para hablar, entre otros temas, del consenso fiscal que los tres gobernadores radicales firmaron junto a Alberto Fernández en Casa Rosada.
Por el lado de la UCR, Gerardo Morales llevó a Martín Lousteau. Se presume que el otro integrante del partido podría ser Facundo Manes. Por el lado del PRO, todavía es una incógnita.