«Ha sido un año complejo, mejor que el año pasado. Estos dos años han sido años muy marcados por la pandemia. Cualquier cosa que uno quiera evaluar, no puede dejar eso de lado. La diferencia del año pasado, es que este año tuvimos las vacunas», comenzó diciendo.
Por otro lado, el funcionario dijo que «este año tuvimos una disminución de la desocupación. A nivel nacional en un punto en el segundo contra el tercer trimestre de este mismo año. Ha sido básicamente gracias al comercio y al turismo, todavía no se ha medido el gran impacto que va a tener la generación de trabajo en la obra pública. Se ha mostrado también esta semana el doble del aumento del PBI a nivel país de lo que se había calculado de un 5 a 10%, el país creció un 10%. Son todos indicios que nos muestran que estamos terminando un año con los indicadores más importantes de lo social».
«El gran determinante social hoy es la inflación. Sobre todo la inflación en alimentos. Cuando mide la pobreza, uno mide el ingreso en una familia contra una canasta de alimentos y servicios, entonces, mientras la inflación sea tan alta es muy difícil bajar la pobreza».
«Estamos terminando un año y un diciembre con paz social y eso ha podido hacerse porque hemos tenido las vacunas y la Argentina tiene un piso de protección social que le genera un grado de seguridad a los grupos más vulnerables de los más altos de latinoamérica», analizó.
Por último, Yedlin se refirió a la idea de fortalecer y transformar los programas sociales en empleos genuinos. «Eso claramente es así, y va poder ser así en la medida que se generen empleos. En estos años hemos formado herreros, carpinteros, electricistas, plomeros, albañiles pero si no hay obras, es muy difícil que puedan conseguir trabajo. Entonces necesitamos que se generen reales puestos de trabajo, que el país crezca, con un modelo económico que no especule como ha sido la gestión del gobierno de Macri», cerró.