Todo lo que rodea el ámbito privado de Nicolás Cabré infunde un halo de misterio, así como emana una sensación de un carácter peculiar, más allá de la ausencia de pruebas fehacientes. La tendencia a saltar de una pareja a otra invita al inconsciente colectivo a elucubrar teorías.
El actor regresó a la palestra por su reciente ruptura de Laurita Fernández, con quien había intentado reconfigurar el lazo tras varias separaciones temporales. Así que los focos se encendieron nuevamente sobre su figura, para analizar al detalle sus movimientos.
Nicolás quedó envuelto en un rumor de una personalidad avasallante, de mucho siguimiento con sus mujeres, a partir de lo que expresó Stefi Berardi: «Él tiene un perfil un poco así. Sé la historia porque salió con una amiga mía ¿y sabés qué le decía? Un día ella iba hablando con él por WhatsApp, pasa por el peaje y le deja de contestar porque no podía. Pará un poco”.
Con la velocidad de la actualidad esa hipótesis se instaló como una verdad absoluta. Aunque apareció otro testimonio que se encadena en la misma dirección. Alejandra Maglietti salió al aire a avalar esa teoría de una insistencia cotidiana de Cabré.
En el trajinar de Bendita, la panelista destrozó a Nicolás con una fuerte declaración: “Tenemos la misma amiga, y tengo la misma fuente y la misma data. Así que, en eso, la banco. Es intenso, es intensísimo”.
El conductor, Claudio Pérez, intentó profundizar en esa concepción y le consultó: “¿Qué significa un intenso Cabré? ¿Llama mucho? ¿Está muy arriba de la situación?”. Así llegó un redoble de Maglietti que espetó contra Cabré: “Y sí, como dijo ella. Un poquito ‘toxic’”.