Ni el último día descansó Angel de Brito. En el «final final» de Los Angeles de la Mañana luego de seis años de éxito, cruzó a Andrea Taboada, una de sus históricas panelistas, y en la crítica mandó un tiro por elevación para la dupla que forman Rodrigo Lussich y Adrián Pallares, quienes esta semana fueron mencionados como los que van a ocupar el lugar que deja vacante la salida de LAM.
En realidad, De Brito arrancó el programa con un filoso dardo contra otro colega, Jorge Rial. Estaba diciendo que había empezado el día como cualquier otro cuando Pía Shaw -que este año se fue de América para pasarse al ciclo y ahora tendrá que ver qué hace de su vida profesional- lo interrumpió y le preguntó si Jorge Rial, por ejemplo, no lo había saludado. «¡Qué me importa a mi Rial!», exclamó el conductor sorprendentemente.
Después, De Brito empezó a mostrar el «merchandasing» que tuvo Los Angeles de la Mañana en sus seis años de vida. Un barbijo («pensar que nos matábamos por ese barbijo», dijo Cinthia Fernández), una especie de frasco o de alcancia y por último un extraño y particular muñeco medio pequeño y al que se le veía un diente que sobresalía del resto. Por «él» se cruzron Angel y Taboada.
Andrea Taboada no se acordaba el nombre de un muñeco, y tiró «Fortunato»… entonces Angel de Brito la miró y le dijo «tirás fruta… ¡Como los que vienen!». Desde esta semana se sabe que Lussich y Pallares van al 13.
Sucedió porque Taboada, que en su casa vivió un aterrador momento al encontrar manchas de sangre, pareció no recordar el nombre del muñeco y De Brito la «acusó» de «sanatear» sobre los temas. Incluso, le puso como «castigo» la suspensión del mano a mano que iban a hacer en el que la periodista le podría hacer preguntas de todo tipo. «No sé, Fortunato creo que se llamaba» dijo Taboada, y efectivamente el «comuñe» tenía ese nombre en una chapita.
Pero a De Brito no lo convenció. Entonces la miró y le gritó «Noooo, pero Andrea vos tirás fruta hasta el último día. Tirás fruta… ¡Como los que vienen!», en obvia referencia a los actuales conductores de Intrusos, sindicados desde esta mitad de semana y a través de una infidencia de Marina Calabró que fueron convocados para salir de América y ocupar el horario que dejará vacante la salida de LAM.
De Brito, Lussich y Pallares mantienen una relación de «amor-odio» que va fluctuando con el tiempo y con las noticias y las primicias que consiguen unos y otros. El «Wandagate» fue un buen ejemplo, pues hasta llegaron a acusarse al aire de copiarse las cosas que decían (En el caso de LAM) y de haber seguido la versión edulcorada de Wanda en vez de profundizar en la realidad que incluía un encuentro de Icardi y la China en París, en el de Intrusos contra sus colegas del 13.