Un hombre de 39 años es encontrado semidesnudo tirado en la calle. La poca ropa que lleva puesta está sucia y rota. Está inconsciente y balbucea algunas palabras que no tienen mucho sentido para la gente que lo mira desconcertada a su alrededor. La policía lo traslada a la dependencia más cercana, pero a los días, después de una revisión médica, lo llevan a un hospital psiquiátrico. Para todos, está loco. El hombre anticipa el fin del mundo y dice venir del año 2063. Su llegada a este tiempo ha logrado atravesar la pandemia y dice conocer la forma en que la humanidad ha “resuelto” los múltiples contagios. En su conversación con una psiquiatra, el enigmático paciente relata situaciones que hoy nos resultan familiares. Vuelos con pasajeros infectados, virus y sus mutaciones, restricciones, generaciones de jóvenes apáticos y con graves secuelas por la pandemia. El relato pertenece a la nueva ficción para podcast que presentó su segunda temporada recientemente en Spotify. La audio serie chilena es protagonizada por Néstor Cantillana y Antonia Zegers y escrita por Julio Rojas. Fue lanzada al mercado en 2020 bajo el nombre Pasajero 63.
El podcast nos habla de un futuro no muy lejano en el que todos pensamos. Y aunque el relato incluye pasajes de ficción, la realidad de este 2021 a veces los ha superado.
Hace algunos días investigadores del mundo se animaron a anticipar, tímidamente, el fin de la pandemia. La llegada de la variante Ómicron y la rapidez con la que se ha diseminado por el mundo muestran el ingreso a lo que, el doctor Mateo Martínez, decano de la Facultad de Medicina de la UNT, llamó “etapa tardía” de la pandemia. En esta fase, el virus pierde fuerza y aunque se vuelve más transmisible se torna cada vez menos letal. Las vacunas han sido clave.
El miércoles, Argentina celebró el año del inicio de la campaña de vacunación contra la Covid-19. El terapista Miguel González hizo historia como el primer tucumano en acceder a la dosis de Sputnik V (como tituló LA GACETA el 29 de diciembre del 2020) quien relató ante los medios lo difícil que habían sido los primeros meses de ese año. “Venían más enfermos graves y, con mi equipo, nos desesperábamos porque nunca antes habíamos visto una situación tan grave. Incluso mis colegas se enfermaban y no había cómo reemplazarlos en el instante”, explicó después de recibir su primera dosis.
Aunque los números registrados en las últimas horas preocupan- se han superado los 1000 contagios diarios- Gonzále< tiene hoy otra perspectiva. En ese sentido, Carla Vizzotti, ministra de Salud de la Nación, mostró las cifras de vacunación hasta la fecha. En conferencia de prensa la funcionaria relató que Argentina lleva colocadas más de 75.644.660 dosis, de las cuales 38.036.381 cuentan con el esquema iniciado y 32.587.409 con esquema completo, de acuerdo al Monitor Público de Vacunación.
No obstante, los especialistas insisten en que no podemos abandonar cuidados, restricciones y recomendaciones para evitar los contagios. En la provincia por ejemplo, los días de aislamiento seguirán siendo 14 para las personas con positivo de Covid-19, más allá de los cambios definidos en el Cofesa, donde los ministros de todo el país decidieron reducir los días de aislamiento para la población según su esquema de vacunación. “Esto se debe a que en algunas provincias todavía es predominante la variante Delta (como aquí) y en otras empieza a ser la Ómicron. Además las coberturas de vacunación difieren en cada jurisdicción en lo que se refiere a primeras y segundas dosis”, sostuvo Miguel Ferre Contreras, secretario ejecutivo médico del Siprosa.
Las características de Ómicron hacen pensar que la humanidad enfrentaría el fin de la pandemia, según las proyecciones anunciadas esta semana por médicos de la Universidad Hebrea de Jerusalén. Es bueno cerrar el año imaginando que hay una luz al final del túnel. Y mejor aún, si esas previsiones son sostenidas por una comunidad de investigadores y datos fácticos. Lo que resulta ineludible es la responsabilidad que tenemos todos como ciudadanos en el cuidado personal y colectivo.
Han pasado muchas cepas, algunas más graves que otras. Pero en esta etapa, en la que la población intenta ganar cierta tranquilidad, no hay que permitirse descuidos. El sars-cov 2 será un resfriado en algún momento y pronto se convertirá en un mal recuerdo. Mientras tanto no hay que tener pánico, pero sí cuidados.