Diciembre es cuando sentimos que comemos mucho más que en otros meses. El conflicto siempre gira en torno a la alimentación, si es demasiado, si mantenemos la dieta o si podemos darnos un permitido.
Las mesas de fin de año se muestran abundantes, generosas y son tentadoras. Nos sentamos a comer y a veces sin darnos cuenta consumimos de más. El cuerpo atraviesa malestares, dolencias durante la noche y también al día siguiente. Se producen las ingestiones excesivas de comidas o los llamados “atracones”
“Las personas pasan muchas horas sin alimentarse entonces llega un punto en el que sienten tanto hambre que consumen mucha cantidad de una sola vez. Es lo que pasa en estas fechas sobre todo en las cenas. La manera de evitar atracones es no cortar con el hábito alimentario habitual, es decir no tener tantos períodos de tiempo sin ingerir alimentos” comenta la licenciada en nutrición Ana Gabriela Paliza.
Las mesas de las Fiestas suelen estar compuestas por menúes muy calóricos, desde el plato principal hasta los postres incluyendo las bebidas. Comidas que por lo general no son parte habitual de nuestra alimentación. Por eso se necesita saber ante todo que se pueden evitar los atracones teniendo en cuenta estos puntos que la licenciada en nutrición enumera:
– El motivo del atracón: “la comida toma un protagonismo importante en cada reunión, siempre se piensa más en qué se va a comer antes de quien va a ir. El atracón va a depender de varios factores que influyen en la ingesta excesiva de alimentos. Hay varios detalles que rodean a las fiestas como la presión, miedo, la ansiedad del encuentro en sí, que van poniendo peso a la noche sobre todo en estas fechas, en donde uno termina canalizando todo a través de la alimentación”, explica la psicóloga Paula Hernández.
– Comer despacio y masticar mucho: resulta una buena forma de controlar la cantidad que comemos.
– Buscar alimentos que producen saciedad: por ejemplo alimentos con alto contenido en fibras (frutas, verduras, legumbres, etc.) y los productos altos en proteínas (pescado, huevo, yogurt, etc.)
– Frutas y verduras: consumir preferentemente productos frescos
– Bebidas. Tomar en lo posible mucho líquido. Limitar el consumo de bebidas alcohólicas.
– Controlar las porciones de cada comida.
– Hacer varias comidas al día: no olvidarnos de seguir con la rutina habitual de alimentación.
Cómo comenzamos el nuevo año
“Tenemos que dejar a un lado las presiones sociales, familiares y hasta personales. No quedarnos con los balances negativos de qué cosas no hice o no tengo sino que lo tomemos de una manera más liviana, es decir con este año que pasó hice todo esto y el año que viene veré qué puedo hacer con lo que me toca”, recomienda Hernández. Y sugiere: “centrarse en cada uno, respetar los tiempos, la experiencia y los caminos podemos ir haciendo día a día”.
“Lo importante no es lo que se come en navidad y año nuevo, sino lo que se come en el transcurso del año”, acota Paliza, que además recomienda actividad física para sentirnos más saludables.
Comer de más una noche no es el fin del mundo, lo que debemos tener en cuenta es que pasadas las fiestas debemos retomar nuestros hábitos de alimentación y volver a la rutina de ejercicios. En el caso de querer empezar a cuidarnos, tenemos 365 días por delante y siempre es un buen día para comenzar.