lia thomas

La historia de una nadadora que hasta 2019 compitió como hombre (se llamaba Will) e hizo un tratamiento durante un año para cambiar su sexo, llama la atención y levanta polémica en todo el deporte norteamericano. Lia Thomas aguardó 12 meses para suprimir la testosterona de su cuerpo y poder medirse con sus pares femeninos.

La deportista de 22 años nacida en Austin formó parte del equipo masculino de la Universidad de Pensilvania durante tres temporadas. Desde noviembre de 2021 comenzó a disputar las competencias con las mujeres y batió muchos récords: llegó a registrar el mejor tiempo en las 200 yardas libres del año en Estados Unidos.

Por ese motivo la jueza de la Federación USA Swimming, Cynthia Millen, renunció a su cargo como señal de protesta. “No pretendo criticar a Lia, pase lo que pase, es una hija de Dios, una persona preciosa, pero es un cuerpo masculino nadando contra el femenino. Ese cuerpo masculino nunca puede cambiar. Ese cuerpo masculino siempre será un cuerpo masculino”.

Además, llegó una carta firmada a la Asociación Nacional Deportiva Universitaria por un grupo de padres y madres de las nadadoras de Pensilvania, afirmando que Thomas era una amenaza al deporte femenino.El precedente que se está sentando, en el que las mujeres no tienen un espacio protegido y equitativo para competir, es una amenaza directa para las atletas femeninas en todos los deportes”, describía una parte del escrito.

Thomas confirmó que se dio cuenta de su sexualidad en 2018: “Había mucha incertidumbre. No sabía qué podía hacer. Decidí nadar esa temporada como hombre, sin salir del armario, y eso me causó mucha angustia. Luché, mi salud mental no era muy buena. Sufrí mucha inquietud y me sentí atrapada en mi cuerpo. Fue cuando decidí que había llegado el momento de comenzar mi transición”.

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