Un nuevo año empieza, y con él, las intenciones de implementar cambios. Si se suman las bondades que trae el calor, pueden tomarse como una oportunidad para llevar a cabo el objetivo de muchas personas: bajar de peso o llevar a cabo una alimentación más saludable, organizada y que perdure en el tiempo.
¿Es más fácil proponérselo en verano? “Creo que es algo muy personal, puede ser más fácil o más difícil, por un lado está el beneficio del calor, pero por otro tenemos más vida social, vacaciones, entonces por ese lado se dificulta más”, sostiene la nutricionista Laura Romano, creadora de Integral Nutrición.
La nutricionista, que propaga el método 80/20 -según el cual la mayoría del tiempo debemos comer sano y controlado, y dejar un pequeño porcentaje de las comidas de la semana para ingerir lo que queramos- afirma que no importa si es un mes de muchas salidas o vacaciones, ya que el cambio de hábitos puede comenzar en cualquier momento, dado que dura toda la vida.
Mayor variedad de frutas
“Las frutas y verduras propias de la temporada de verano son deliciosas, muy coloridas y con alto contenido de agua, por lo que aprovechar para consumirlas a diario es una buena estrategia para bajar de peso sin perderse de disfrutar al mismo tiempo”.
“Los licuados son una muy buena opción, con frutas y leche o yogur, generan burbujas de aire que dan mucha saciedad, a veces creemos que el licuado es super pesado pero en realidad no, si usamos frutas bien maduras suelen estar dulces y tal vez no necesitamos endulzar”.
“Con ese mismo licuado se pueden hacer heladitos para los más chicos, o servir la fruta para una tarde de pileta o de playa: se puede cortar bien presentada y linda, con variedad de colores en un plato y eso es súper tentador”.
Vegetales crudos, ensaladas coloridas y sandwiches de verduras
“Siempre tener en cuenta que para que las ensaladas sean completas tienen que tener una fuente de carbohidratos como puede ser arroz, choclo, papa, legumbres (poroto, garbanzo, lentejas, arvejas) y alguna fuente de proteína como puede ser pollo, carne, pescado, atún, o huevo, queso”.
Las legumbres podrían reemplazar a las proteínas en caso de que no se consuman productos de origen animal.