Hecho lamentable en el fútbol argentino. La final del torneo de “Primera A” de la Liga Correntina terminó en un encuentro bochornoso. Mandiyú y Ferroviario llegaron hasta esa instancia y protagonizaron un escándalo: faltando pocos minutos para que termine el partido, los jugadores, integrantes del cuerpo técnico y el público invadieron la cancha formando una batalla campal.
Cuando iban 46′ del complementom, el Albo (con diez futbolistas) ganaba 1-0 con un golazo de Ariel Blanco. Se produjo un ataque muy prometedor para el Verde: Valenzuela cayó al piso dentro del área y todo Ferroviario pidió penal. Víctor Vallejos, árbitro del partido, no vio infracción y por lo tanto, no la cobró.
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— AscensoHundido (@AscensoHundido) January 10, 2022
Todos los jugadores del Tren Verde y su entrenador, Osvaldo Chávez, rodearon al juez para protestarle la falta. Segundos más tarde, el arquero discutió con Emiliano Brunetti y lo golpeó en la cara.
La policía y las fuerzas de seguridad que se encontraban en el estadio tardaron varios minutos en reaccionar y los hinchas aprovecharon: rompieron el alambrado e ingresaron para pelear con los contrarios. Dadas las circunstancias el árbitro determinó suspender el partido por falta de garantías y dio como ganador a Mandiyú.
Incidentes entre Mandiyú y Ferroviario dentro de la cancha ⚽️ pic.twitter.com/6vdfmVOFrP
— Lisandro Moreira (@Lisandromoreira) January 10, 2022