Sobre el cierre del programa y el final del día, cuando apenas faltaban dos minutos para que empezaran el noticiero de Canal 9 y el viernes 14 de enero, Soledad Silveyra sorprendió a Moria Casán con una definición muy fuerte y muy profunda. No sólo a la diva dejó pensando y con las ideas patas para arriba, también a los televidentes: la consagrada actriz habló de la muerte. Pero no de un concepto general y sin nombres propios, sino de su propia muerte. Y generó un impacto al revelar que quiere practicar la eutanasia.
El mundo entero asistió durante los últimos 10 días a un par de muertes decididas a conciencia por las propias personas y ayudadas por la ciencia, lo que se conoce como “eutanasia” o “muerte asistida”, que es legal en sólo 7 países.
Una vez más, se generó el debate sobre un tema ríspido y extremadamente sensible: ¿La libertad de la gente debe ser tan amplia que hasta puede incluir su voluntad de morir, y si no es así, si tiene un límite, no dejaría de ser libertad?
“Cuando sienta que no me puedo mover, en cuanto me de cuenta que tengo algo que me limita en la vida para ser feliz y plena, elegiría irme, preferiría irme”, confesó Solita.
En medio de esa discusión eterna y bizantina, Soledad Silveyra visitó el programa de Moria Casán, que de a poco se va volviendo una costumbre en las noches veraniegas de Canal 9. Y si el canal se vio sacudido ayer al mediodía por el desvaneimiento del movilero Carlos Ferrara en plena cobertura de los testeos de covid 19, por la noche soportó otro sacudón de aquellos con una respuesta de Solita.
“Mirá, Moria… nacemos para morir. Entonces yo quiero tener una buena vida, que la disfruto y la vivo a pleno cada segundo, y en cuanto yo no pueda moverme o valerme por mi misma, sí, quiero practicar la eutanasia. Quiero que me dejen ir, porque habrá llegado el momento”, le dijo Silveyra.
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La protagonista de incontables y legendarios éxitos en nuestra tele, a la diva popular por excelencia, que sigue usando su lengua karateca y hace poco, por ejemplo, habló de los olores de la China Suárez que le impidieron “funcionar” a Mauro Icardi.
“Hace poco les dije a mis nietas, y también a los varones porque estaban los cinco, quiero que cuando yo me muerta haya música, que ustedes estén bien, y que yo me vaya contenta. Hablamos de la muerte, ¿viste?, porque es un tema del que no se habla. Entonces Clarita, la de 12, me dijo “sí, claro, abuela, vos vas a estar muerta y nosotros vamos a estar gritando “¡Se murió Tatita, se murió Tatita!” Y sí le dije, me encantaría”, reflexionó Solita.
“Pero qué decidirías…. ¿Vos pensás que te darías cuenta si empezás a perder tu memoria?…” alcanzó a decir Moria cuando fue interrumpida por su colega. “Cuando no me pueda mover, en cuanto sienta que tengo algo que me limita en la vida para ser feliz y para ser feliz, elegiría irme, preferiría irme”, le tiró. “Bueno Soledad, yo preferiría que te quedes en esta vida para seguir alegrándonos con tu talento”, le contestó Moria. Ya eran las 12. Empezaba el jueves. También el noticiero. Y quizás otro largo debate.