Fondo Monetario Internacional (FMI) volvió a mostrar un supuesta paciencia con Argentina, en el contexto de la crisis socioeconómica y la dificultad del gobierno para cumplir con los plazos de vencimiento. En esta oportunidad, Gita Gopinat anunció que está trabajando con el país con “foco flexible y pragmático“, tratando de mostrar un cierto lado bueno. Sin embargo, esto se contradice con “limpiado“Desde kristalina georgieva a países con una elevada deuda en dólares, como ocurrió el pasado sábado.
“Necesitamos mejorar los desequilibrios para que podamos ayudar a los argentinos a recuperarse y salir de las dificultades que enfrentan”, dijo el economista jefe en una conferencia de prensa en la que presentó la actualización del informe Perspectivas de la economía mundial, al que tuvo acceso. Télam. También dijo que estaban trabajando “muy de cerca” para llegar a un acuerdo que golpeara lo menos posible al país.
la otra palabra
El discurso del jefe de la organización multilateral no está en el mismo espíritu. El sábado, en un panel virtual del Foro Económico Mundial de Davos, presionó a Argentina y a otros países muy endeudados, como China y Brasil, para que se comprometan a pagar o a lo sumo confirmen que no tienen fondos suficientes para hacer frente a los intereses. tarifas “Actuar ahora. Si puede extender su deuda, por favor hágalo. “Si tiene descalces de moneda, ahora es el momento de trabajar en ello”, dijo.
En octubre de 2021, la solicitud de Argentina de reducir los intereses de una deuda de $ 45 mil millones fue rechazada. El FMI ya ha protegido las tarifas adicionales aplicadas a las líneas de crédito diseñadas para fortalecer el balance del prestamista. Por lo tanto, Argentina tuvo que ajustarse nuevamente y acceder a nuevas negociaciones ante la falta de flexibilidad.
¿Enfrentamiento o no?
En cambio, se abandonó el discurso de confrontación de Alberto Fernández. A pesar de que reiteró que no aceptará la imposición del programa, el tiempo se acaba y la dependencia espera un pago de 731 millones de dólares para esta semana; pronto el gobierno tendrá que hacerlo con otros $ 300 millones.
Mientras tanto, el gobierno permanece entre la espada y la pared, con pocas posibilidades de continuar si no se sienta a diseñar un plan económico en línea con las directrices del FMI. Además, se prevé un ajuste fiscal para seguir las recomendaciones, algo que es permanentemente rechazado por los movimientos sociales y sectores afines al kirchnerismo de línea dura y de izquierda. Por lo tanto, habrá que ver qué tan “flexible y pragmática” será la organización en las próximas negociaciones.