La vida viró en el lazo de Pampita y Benjamín Vicuña, quienes limaron las asperezas de aquel divorcio tan mediatizado y escabroso y en la actualidad se profesan un trato muy cariñoso, al límite que el chileno comparte varios eventos familiares de su ex mujer.
Incluso, esta conexión moderna abrió las puertas a que el actor conociera a su novia, Eli Sulichin, a quien descubrió en el bautismo de Ana, en esa tarde soleada y repleta de emociones que se experimentó en el jardín de la mansión de Carolina Ardohain en Nordelta.
Ahora, Benja y Pampita acaban de caer en las garras de un desfalco, de un accionar que perjudica sus imágenes y su economía. Resulta que una internauta detectó que una empresa de cámaras de seguridad utiliza, unilateralmente, los videos de la casa que supieron compartir durante su matrimonio.
Se trata de la filmación que en su momento subió Carolina para desmentir que se había separado de Vicuña, en esa época de los rumores de un romance con la China Suárez. Un documento que exhibe a la ex pareja muy acaramelada.
Una maniobra totalmente desleal de esta compañía, de la que no estaban al tanto ni el chileno ni la modelo. Esto activa la posibilidad que los dos famosos tomen cartas en el asunto e inicien las acciones legales correspondiente por la utilización de su privacidad.
La usuaria que descubrió esta publicidad engañosa escribió en Twitter: “Scrolleando historias en Instagram me aparece una publicidad de alarmas y la promocionan con la famosa foto de las cámaras de seguridad que habia publicado Pampita”.