Un nuevo atentado con un motocarro bomba contra un batallón del Ejército en el departamento del Meta, en el centro de Colombia, dejó este miércoles dos muertos -un civil y un militar- y cinco personas heridas con esquirlas, según informaron las autoridades.
El ataque fue perpetrado contra el Batallón de Infantería N.21 Batalla Pantano de Vargas, ubicado en el municipio de Granada, detalló el Ejército.
El comandante de la Cuarta División del Ejército, general Antonio Beltrán Díaz, le endilgó el ataque a una disidencia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) conocida como “Jorge Briceño” y liderada por “Gentil Duarte”, uno de los hombres más buscados del país. Pretendían “ingresar un motocarro con alimentos a algunas de las unidades que están acantonadas”.
“Los actos protocolarios cubiertos por uno de nuestros soldados, heroicamente, evita que este vehículo ingrese hasta las instalaciones”, agregó el oficial, que lamentó la muerte del uniformado.
Diego Molano, ministro de Defensa, se expresó en Twitter: “Responderemos con contundencia y capturaremos a los responsables. La muerte de un soldado nos duele”.
En la región donde fue cometido el atentado tienen presencia bandas criminales surgidas de la desmovilización de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y disidencias de las FARC que, según la Defensoría del Pueblo, luchan por el control territorial de esa zona ubicada en los Llanos Orientales.
El gobernador del Meta, Juan Guillermo Zuluaga, condenó el “atentado terrorista”.
“Hoy más que nunca se deben redoblar esfuerzos en seguridad. No queremos que nuestro departamento vuelva a ser escenario de guerra”, indicó en un tuit.
La Alcaldía de Granada decretó un toque de queda en el Municipio para restringir la movilidad hasta la madrugada del jueves.
Los ataques no dan tregua
Las autoridades colombianas se mantienen en alerta luego de varios ataques a bases militares y estaciones de policía durante 2022 que, según información oficial, han sido autoría principalmente de la guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las disidencias de las FARC.
La violencia se ha profundizado en casi toda Colombia en los últimos meses, pero la situación es particularmente delicada en los departamentos del Cauca (suroeste) y Arauca (este), y en las regiones del Catatumbo, fronteriza con Venezuela. También en Bajo Cauca antioqueño (noroeste) y sur del Pacífico.
El domingo pasado, la explosión de un carro bomba cerca de la estación de Policía de la localidad colombiana de Padilla, en el Cauca, dejó tres heridos.
El 20 de enero estalló otro carro bomba en una zona céntrica de Saravena, en el departamento de Arauca, fronterizo con Venezuela, que dejó un muerto y cinco heridos.
Sin un mando unificado, las diferentes disidencias de la exguerrilla de las FARC que no dejaron o volvieron a la armas suman unos 5.000 miembros, según la ONG Indepaz.
La de ‘Gentil Duarte’ es la rama rebelde más grande de los exFARC (unos 2.700 miembros) que operan en la ilegalidad, con el financiamiento del narcotráfico, la minería ilegal y la extorsión. Este grupo se marginó del acuerdo de paz firmado hace cinco años con el Estado.
Con información de agencias