El fentanilo causó miles de muertes en Estados Unidos, que se vio obligado a declarar la emergencia sanitaria para tratar de controlarlo. Allí su consumo durante la pandemia de coronavirus creció casi un 40%.
Los toxicólogos ya detectaron que a veces los narcos cortan el fentanilo con carfentanilo. La razón: es 100 veces más potente pero más fácil de fabricar y por eso más barato.
Una tras otra las noticias de los estragos de los opioides sintéticos llegan desde el primer mundo. Cualquiera puede poner en un buscador las palabras clave y enterarse de detalles sorprendentes del uso y abuso de estas sustancias que, por alguna razón, nunca prendieron en el gusto masivo argentino. La heroína es un ejemplo.
El fentanilo es una droga de abuso, como la heroína, aunque 50 veces más potente. Argentina puede importarlo para uso medicinal. Pero el carfentanilo es tan letal que sólo se usa en pequeñísimas cantidades como anestésico de grandes mamíferos, como el elefante o el rinoceronte.
Puerta 8, el barrio dónde se vendió la droga. Cómo llegó el poderoso opioide a esa humilde barrio del Conurbano. Foto Emmanuel Fernández
Eso lo hace más raro y excepcional por estas pampas, donde fue sumado a la lista de sustancias estupefacientes prohibidas en el año 2010.
Hay más: la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) no tiene autorizado su uso bajo ningún concepto. El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) no lo reconoce como excepción de uso en el país. La Aduana no registra importaciones.
Esos datos abren un interrogante automático. ¿Cómo pudo llegar una cantidad aun no determinada de carfentanilo a una boca de venta de droga minorista en un humilde barrio del Conurbano como es Puerta 8?
Independientemente de la teoría del sabotaje versus la teoría del error humano ¿cuál es el origen de esta sustancia? ¿qué viaje hizo y en manos de quién? ¿cómo entro al país? ¿se puede fabricar acá?
Todas las fuentes consultadas por Clarín coinciden en que el carfentanilo es más barato que el fentanilo. Todas en que el carfentanilo no es algo que se tome para lograr algún efecto sino que es una sustancia de corte. Todos señalan a Estados Unidos y México.
La guardia del Hospital Municipal de Hurlingham San Bernardino. La droga envenenada provocó 24 muertes y más de 80 internaciones. Foto: Luciano Thieberger
Ninguna de las fuentes- toxicólogos, médicos, fiscales, jueces, peritos- se topó nunca con el carfentanilo en una causa.
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Ninguna fuente tiene una explicación que le conforme sobre lo qué pudo haber pasado en San Martín y que terminó con 24 muertos y casi 100 afectados, algunos de los cuales aun están internados y con pronóstico reservado.
Pero no queda otra que arriesgar hipótesis y este jueves a la tarde la que se llevaba el primer premio era la del narco (bruto o sin escrúpulos) que viajó al exterior, se enteró por arriba del mercado de los opioides sintéticos y tal vez, luego de ver la temporada completa de Breaking Bad, decidió traerse una bolsita de 200 gramos de contrabando para ver “cómo pegaba”.
Por otro lado podría pensarse en un fenómeno equiparable al de la efedrina. Sin embargo, esta línea tiene dos grades peros: en Argentina no existe un mercado legal de carfentanilo del cual desviar la sustancia y tampoco es codiciada por los narcos porque sólo sirve para cortar y acá no se consigue.
Los laboratorios de la Procuración Bonarense, la Policía Científica y la UBA dieron respuesta a la pregunta de por qué murieron 24 personas, qué fue lo que los mató, qué sustancia terriblemente tóxica tenía la cocaína que consumieron.
Ahora resta saber todo lo demás. Y es un todo inmenso.
