Una jueza de garantías de Neuquén, Bibiana Ojeda (48) fue allanada en su casa y en su oficina particular en Las Lajas. Y quedó envuelta en una grave acusación: sospechan que saqueó y vendió los bienes de su hermano, Daniel, quien sufre un cáncer terminal y estuvo al borde de la muerte en diciembre del año pasado.
El caso de la jueza Ojeda es un escándalo que sacudió la justicia provincial la semana pasada. Daniel Ojeda (quien se jubiló de enfermero del Hospital Heller de Neuquén el año pasado) denunció a su hermana el 14 de diciembre de 2021. Fue después de una recaída en un cáncer terminal de pulmón.
“¿Con qué autoridad moral ahora va impartir justicia ella? Si me robó todo mientras yo estaba en el hospital”, le dijo Daniel al diario La Mañana de Neuquén. La crónica revela que al denunciante le cuesta hablar y lanza bocanadas de aire en su esfuerzo por sostener sus palabras.
Daniel fue internado el 4 diciembre de 2021 en la clínica Pasteur de la ciudad de Neuquén. “Me dieron una semana de vida”, cuenta.
Por eso llamó a sus hermanas, Bibiana y Nancy. Eran las únicas de la familia con las que mantenía contacto. La elección sexual de Daniel y su práctica religiosa, el Umbanda, lo alejaron del resto de la familia.
Bibiana Ojeda, quien reside en Las Lajas y es jueza de garantías de Zapala, anunció que se trasladaba a Neuquén para asistir a su hermano y estar cerca. Este aviso fue bien visto en los tribunales zapalinos. Incluso le ofrecieron suspender las audiencias, pero ella las continuó en forma virtual.
A pesar del pronóstico de los médicos, Daniel superó esos días de agonía. Y regresó su casa el 14 de diciembre de 2021, por la situación de la pandemia y el consejo médico de pasar sus últimos días en su casa, con los suyos.
“Era cuestión de días lo que me quedaba de vida. Bibiana viajó y se instaló en mi casa e hizo un desastre dándome por muerto prácticamente. Se llevó todo lo material y además destruyó mis 25 asentamientos espirituales que tenía en el fondo de casa y todas las figuras y elementos vinculados a mi religión, a mi creencia”, contó al diario neuquino.
El primer llamado de atención surgió cuando su hermana Nancy llegó al departamento el 12 de diciembre. Ese día, Bibiana le dijo que regresaba a Las Lajas. “Ella (Nancy) llegó al departamento y estaba vacío. Me mandó las fotos”, relató.
El fiscal Rómulo Patti (a cargo de Robos y Hurtos) y su asistente letrado Juan Pablo Encina asumieron la causa y avanzaron en la investigación.
“Hubo siete audiencias de conciliación. Pero fueron una ‘papurruchada””, dice con bronca Daniel. Entre los faltantes estaban una camioneta Fiat Toro y una casilla, que Daniel compró para disfrutar de su jubilación.
En la denuncia inicial figuraban además de la camioneta Fiat y la casilla rodante, una caja fuerte con documentación de la vivienda y del vehículo. Unos 82 mil pesos en dinero en efectivo, un reloj Citizen, la totalidad de la vajilla, heladera, heladera portátil, una mesa plegable, ropas varias, reposeras, valijas, un gazebo, 52 metros cuadrados de porcelanato y elementos vinculados a su culto, cinco estatuillas de caoba.
“Después de muchas discusiones telefónicas me devolvieron la camioneta y la casilla rodante y otras cosas”, dijo Daniel. Lo devuelto incluye documentación del vehículo, el porcelanato, una conservadora, una caja de herramientas, una mesa de camping, una amoladora, dos valijas, una cocina portátil y una garrafa. Pero sigue habiendo faltantes, sostiene Daniel en la denuncia,
La jueza Bibiana Ojeda ahora pidió custodia al Grupo Especial de la policía neuquina y una restricción de acercamiento.
Daniel Ojeda quiere que su hermana “pague el mal que le hizo”. “Me quemó todos los objetos de mi religión Umbanda porque ella es católica. ¿Dónde está el cumplimiento a la Constitución y la libertad de culto? Yo me voy a morir, pero quiero que pague por su maldad”, remarcó.
