River no mostró su mejor versión en su debut en la Copa de la Liga Profesional. Le faltó el volumen de juego y la dinámica de siempre. Pero no es algo extraño que en los inicios de la competencia el equipo de Marcelo Gallardo esté por debajo de su nivel habitual luego de realizar una pretemporada. Ya le pasó varias veces.
“Sabemos que los arranques de campeonatos nos cuestan más que lo normal. Pero son curiosidades, cosas que nos pasan en el inicio del torneo y a veces es bueno que nos pase para corregir errores más allá de por cómo somos nosotros no nos gusta arrancar perdiendo. Pero son cosas del fútbol y las equivocaciones que hemos cometido no nos tienen que volver a pasar”, analizó Enzo Pérez, luego de la derrota contra Unión en Santa Fe.
Ahora bien, ¿por qué a River tiene estos bajones en los inicios de la competencia oficial? En principio puede que tenga que ver con una cuestión física. Que la pretemporada sea tan fuerte como lo es habitualmente en el plantel Millonario hace que los músculos tengan que acomodarse en los primeros partidos para que fluyan con el correr de los partidos. Es que hasta ahora después de cuatro o cinco partidos el equipo empieza a volar.
Lo mismo sucede con el juego. Se incorporan los conceptos futbolísticos y se pule la técnica durante los trabajos de pretemporada y tarda unos partidos hasta que el funcionamiento se aceite y la pelota vaya limpita de pie a pie y con mucha precisión.
Lo cierto es que, a modo de resultados, River tuvo un andar irregular en los inicios de competencia luego de disputar la pretemporada. Si se contabiliza el primer partido oficial, después de los trabajos fuertes, sea cual sea el torneo, River tuvo 7 triunfos, 4 empates (dos con victorias por penales) y 5 derrotas. Es decir que cosechó 25 puntos sobre 48 posibles, lo que equivale al 52 por ciento de las unidades en disputa.
Y si se toma en cuenta el primer partido por una liga local de cada semestre, la cuenta da mucho más baja. De 16 partidos, ganó 4, empató 6 y perdió también 6. Por lo tanto, obtuvo 18 puntos sobre 48 posibles. Es decir apenas un 37,5 por ciento de lo que estaba en juego.
Gallardo, preocupado, por el flojo nivel de River en Santa Fe. Foto: Juan José García.
Está claro que esos números no condicen con el ciclo Gallardo. Y que los irregulares arranques tras las pretemporadas luego se transformaron, en general, en senderos de felicidad ya que, con el Muñeco, River obtuvo 14 títulos. Eso significa que, si bien los inicios no fueron buenos, los finales muchas veces terminaron siendo felices.
Para River será fundamental agarrar ritmo. Y eso se consigue jugando. River volverá a hacerlo el miércoles ante Patronato en el Monumental y el domingo contra Newell’s en Rosario. “Nos viene bien jugar. Nos vienen perfecto jugar cada tres o cuatro días, tener la posibilidad de jugar, ya salimos del trabajo duro. Ahora hay que jugar, empezar a poder tener una mayor frescura en los movimientos. Y a partir de que pasen partidos sentirnos cada vez mejor”, comentó Marcelo Gallardo luego de la derrota ante Unión.
No fue casual que haya repetido varias veces la palabra jugar. Es lo que su equipo necesita.
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