La noticia explotó cerca del mediodía a través de un frío comunicado de la FIFA. Brasil-Argentina, suspendido a los 5 minutos del primer tiempo por la irrupción del personal de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa), se definirá en la cancha. No se jugará en el Neo Química de San Pablo. Ni siquiera en suelo brasileño. La CBF (Confederación Brasileña de Fútbol) perderá la localía y deberá pagar 550 mil dólares. Se disputará en un país neutral. La AFA, que tendrá que abonar una multa de 250 mil de la moneda norteamericana por no cumplir el protocolo, ya avisó que apelará. Según pudo averiguar Clarín, se jugará fuera de Sudamérica. Será en junio, después del partido entre el campeón de América e Italia, en Europa.
La pregunta que flota en el aire, entonces, es por qué la FIFA tomó esta decisión propia del Rey Salomón. ¿O acaso no fueron los funcionarios brasileños los que ingresaron en pleno partido con la orden de hacer cumplir la ley por fuera del ámbito deportivo? La organización de Zurich es muy celosa respecto a la intervención gubernamental en el fútbol. Y si bien es cierto que Emiliano Martínez, Giovanni Lo Celso, Cuti Romero y Emiliano Buendía violaron la normativa vigente en Brasil porque no consignaron en su declaración jurada que provenían de Inglaterra, había una excepción sanitaria, acordada durante la cumbre del Mercosur de 2020 con los Presidentes vía Zoom. Entre ellos, Jair Bolsonaro. Los cuatro futbolistas argentinos serán suspendidos por dos fechas.
Hay varias razones que impulsaron a la FIFA a definir en un fallo que, según su mirada, resultó “justo y político”.
1) Gianni Infantino no quiere que los partidos se definan en el escritorio. Es más, cuando estuvo en la Buenos Aires buscando apoyo de la AFA –entre otras federaciones- para que el Mundial se jugara cada dos año, fue tajante ante la consulta de Clarín. “Brasil-Argentina es un caso que está pendiente en la Comisión Disciplinaria de la FIFA. Los órganos son independientes y responden en función a las reglas. Que un partido sea interrumpido de esa manera es algo que no puede pasar. Es inaceptable. Siempre es bueno definir partidos en el campo”, sostuvo el mandamás suizo.
2) Por más que el propio Infantino haya dicho que hay órganos “independientes”, volcar la balanza para un lado o para el otro podía traer consecuencias. Tanto Brasil como Argentina son dos pesos pesados en el continente. “Es preferible quedar mal con los dos que sólo bien con uno”, deslizan en la multinacional de la pelota.
3) En tiempos en los que no es posible medirse con rivales europeos en las ventanas de FIFA por la aparición de la Nations League, Brasil-Argentina es un buen test match para el Mundial. Y una cuestión de marketing y negocios. Presentar un clásico de esta naturaleza en Europa generará más dinero que en Sudamérica. En definitiva, las dos selecciones están clasificadas. Aunque no se trata de un amistoso, porque hay puntos en juego, es un espectáculo atractivo. En definitiva, la mayoría de los jugadores de unos y otros militan en las grandes ligas.
4) Esa es la razón por la que se jugaría en Europa y no en Asia o Medio Oriente. Porque se necesita una fecha FIFA para poder llevarlo a otro continente y Argentina tiene el compromiso del 1° de junio ante Italia por la Copa de Campeones en Londres. Está todo el plantel junto y el almanaque cuadra. Brasil no tiene derecho al pataleo. Por más que haga una apelación, al perder la localía estará obligado a jugar en un país neutral que definirá la FIFA.
5) Las dos fechas de suspensión que recibieron los jugadores argentinos, por más que Tapia haya anunciado en sus redes sociales que apelará la medida, tampoco representan un gran problema. La Selección ya tiene asegurado el pasaje a Qatar. Que Dibu Martínez, Cuti Romero, Gio Lo Celso y Buendía no estén ante Venezuela (programado para el 24 de marzo en Núñez; la AFA pidió oficialmente que se juegue el 25 por el Día de la Memoria) y Ecuador (el 29 en Guayaquil) pueden significar un problema estructural, pero no cambiará el resultado. Está el invicto en juego, claro. Pero al Mundial irá seguro.
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