El hijo de Tusam respiró una última bocanada de aire antes de sumergirse en un tanque de agua sellado. Él, de tan solo 17 años, debía aguantar la respiración un mínimo de cinco minutos para superar la experiencia extrema frente a las cámaras. Aquella noche, mientras miles de personas eran testigos oculares, algo ocurrió.
Tu Sam, como prefería que lo llamaran al mentalista e hipnotizador argentino Juan José del Pozo, solía invitar a su hijo Leonardo a sus presentaciones en televisión. Una de las primeras grandes apariciones públicas del por entonces adolescente había sido en 1987, cuando participó de un ejercicio de memoria en el programa Sábados de la Bondad.
En esa edición, conducida por Leonardo Simons, el joven recordó con exactitud 20 palabras anotadas en un pizarrón detrás suyo. Y además respondió, de manera correcta, qué día de la semana fue el 3 de septiembre de 1969. “Te felicito y te doy un beso“, expresó su papá al final. Tres años después, él se sometería a un nuevo desafío. Esta vez, con riesgo de vida.
El día que Leonardo, el hijo de Tusam casi se muere
El calendario marcaba el 10 de noviembre de 1990. Tusam y su heredero se encontraban en el estudio de Canal 9 para una nueva prueba. Parado cerca de Simons, quien en esta oportunidad estaba al frente del show Finalísima, el mentalista se puso a relatar con detalles lo que haría Leonardo.
No era la primera vez que el chico quedaba expuesto a un reto peligroso. Antes se había metido en una caja de cristal llena de agua, aunque en esa demostración contaba con la posibilidad de respirar. Aquí no.
Dupla. Tu Sam y Leonardo ya se habían presentado previamente en público con otras pruebas.
En Finalísima Tusam mostró a las cámaras el interior del tanque plateado lleno de agua donde más tarde ingresaría el protagonista. “Que el televidente comprenda que no hay nada, absolutamente nada que esté preparado“, proclamó el hombre: buscaba darle más credibilidad al suceso. A continuación, exhibió una caja fuerte: allí guardaría la llave para abrir el recipiente inundado luego de que transcurriera el tiempo esperado.

Recipiente. El tanque de agua donde luego se metería el adolescente.
El equipo de producción llenaba el tanque con una manguera cuando el hipnotizador decidió hacer una aclaración: “Leonardo va a tener como única herramienta un martillo. Si hay una emergencia, golpeara en forma repetida. (…) La ausencia de golpes también nos va a indicar que hay un problema“.
Tras unos segundos, como en Sábados de la Bondad, el padre besó a su hijo. “Suerte“, le dijo a él, quien tenía sumergido todo el cuerpo a excepción de la cabeza. Enseguida, Leonardo dio un último respiro y se metió. Tusam tapó la abertura con un telgopor y posteriormente colocó la tapa del tanque y la cerró con un candado.
Al minuto 2:14, Tusam golpeó la tapa con otro martillo para comunicarse con su hijo. Pronto, se oyeron otros tantos martillazos de adentro: indicio de que algo andaba mal. “Emergencia“, se escuchó al aire. La prueba concluyó en ese instante y se cortó la señal: pusieron placas de Canal 9.

Martillo. El mentalista golpea la topa con la herramienta y se da cuenta de que su hijo está en peligro.
A Leonardo, no se vio en televisión, lo sacaron tosiendo agua. “Puede fallar“, decía Tusam. Y falló. “Quizás usted esté pensando que damos un dramatismo que no corresponde. No es así. (…) Para restar dramaticidad hemos tapado esto. Perdón, perdón, perdón“, repitió el mentalista a cámara mientras cubrían con una manta el lugar donde asistían a su hijo. Esta última secuencia se emitió ya grabada.
El relato del hijo de Tusam
A la semana siguiente, el 17 de noviembre, el papá apareció de nuevo en Finalísima con el objetivo de dar explicaciones al público. “Pasamos por un mal momento“, reconoció. Muchos opinaron que se trató de una escena preparada para obtener rating, pero Tusam lo negó: “Yo le doy mi palabra de honor que lo que usted ha visto salió mal sin poder evitarlo”.
Afortunadamente, Leonardo se recuperó del incidente. Sin embargo, se llevó el susto de su vida. “Cuando cierran la tapa, es como si se te apagara el mundo“, comentó al cabo de unos años en una entrevista. “Los nervios de ese día me estaban ganando“, agregó.

En vivo. El conductor Leonardo Simons junto a Tu Sam, quien explica lo sucedido.
A los 2 minutos adentro del recipiente, ya no podía controlar más la situación: soportaba un inmenso dolor. “En un momento dije ‘hasta acá‘ y empecé a martillar muy fuerte. Era tal desesperación de salir que, cuando pensé ‘no va más‘, aspiré agua“, aseguró.
Leonardo, que ahora sigue los pasos de su padre, fue trasladado a un centro médico escupiendo agua. “Me llevaron al Hospital Fernández y me sacaron el agua con un pulmotor“, recordó en el programa Podemos Hablar, de Andy Kusnetzoff.
El sucesor de Tusam, quien en la actualidad tiene 48 años, declaró que se sometió a seis meses de entrenamiento para intentar repetir la prueba. Tras la ardua preparación, lo consiguió: “Estuve 6 minutos, 19 segundos (N. del R.: aguantando la respiración)”, afirmó.

Heredero. Leonardo cuenta en una entrevista, años después, que estuvo a punto de morir.