Tras meses de espera, este jueves Atlético Tucumán vuelve a las canchas, pero sólo podrán entran 300 personas, pese a que el estadio tiene capacidad para 36 mil personas. Mientras en la ciudad siguen abiertas las discotecas, las iglesias reúnen a gente sin distanciamiento social y sin ningún cuidado los estadios de fútbol están prohibidos.
Este domingo había trascendido que la comisión directiva le había pedido a al Gobierno que aumenta la cantidad de hinchas que pueden entrar a los estadios, de hecho, si ingresaran 10 mil personas Atlético Tucumán tendría la posibilidad de mantener la distancia social y cumplir todos los protocolos.
Pero a Mario Leito no le importó el deseo de los hinchas y socios de Atlético Tucumán que sólo quieren ver al club de sus amores. En cambio, prefirió ponerse del lado de su mecenas político Osvaldo Jaldo y dejar a la gran masa societaria decana fuera de la cancha donde el equipo disputará la segunda fecha del campeonato de fútbol argentino.
“Acá hay una decisión superior a un partido de fútbol y nosotros somos respetuosos porque el Gobierno busca proteger a la ciudadanía tucumana para que estén en las mejores condiciones para dar inicio al ciclo lectivo el próximo mes», sostuvo Leito en referencia a la decisión del aforo.
Pero no sólo apoyó la decisión del gobierno, sino que además y agradeció “la disposición de Jaldo a las necesidades de los clubes”. No se entiende cuál fue la disposición del Gobernador de mantener una medida irracional, mientras en todo el país los estadios funcionan con el 100% de su capacidad.