El primer capítulo de “Archivos Messi”, la nueva sección a cargo de la periodista policial de Clarín, Virginia Messi, cuenta la historia y la exhaustiva investigación sobre quien fuera el narcolavador número 1 de la Argentina: Diego “Dolarín” Guastini.
Con amigos espías, policías y “pesados” de todos los colores, el hombre se creía todopoderoso, pero estaba equivocado. Una mañana de octubre de 2019, un sicario se puso a la par de su Audi Q5 y lo mató de un balazo.
Virginia Messi llegó a investigar a “Dolarín” Guastini casi por casualidad. Mientras investigaba la desaparición del financista Hugo Díaz, le llegó un documento de la Policía de Seguridad Aeroportuaria por un asunto relacionado al lavado de dinero. En esa causa, el principal imputado era Guastini.
Diego Xavier Guastini.
El después descubierto narcolavador también era quien había visto por última vez al financista desaparecido. Allí comenzó una investigación que no terminó jamás.
Por las manos de Guastini pasaron millones de dólares que provenían de la droga. La fachada del narcolavador era una oficina en una galería de la calle Florida, en la city porteña, donde desfilaban financistas, empresarios y cueveros con mucho dinero. Su principal actividad era prestarlo.
Tenía cobradores que hacían tareas de inteligencia sobre los deudores. Los seguían, averiguaban dónde vivían, por qué lugares se movían y los amenazaban. Durante años su socio principal fue Luciano Viale, hijo del célebre espía de Pedro “El Lauchón” Viale, mano derecha de Jaime Stiuso.
A “Dolarín” le surgió el apodo por su habilidad para el lavado de dinero. Con el tiempo y contactos de clanes narcos en Europa se convirtió en el lavador de los carteles de droga más temidos del país. Por Guastini pasaban incontables toneladas de cocaína y millones de dólares.
En septiembre de 2019, poco antes de que lo mataran, “Dolarín” llegó a un acuerdo con la Justicia que lo salvó de la cárcel. Lo habían acusado por traer tres millones de dólares en contrabando. Declaró tres veces como arrepentido y entregó a dos grandes familias narco.
Pero no bastaba con ser narcolavador. La investigación de Virginia Messi se había originado por la desaparición de Hugo Díaz, el financista que fue visto por última vez ingresando a la oficina de “Dolarín”.
Un testigo de identidad reservada vinculó a Guastini con el financista. Días después de la desaparición de Díaz, declaró que vio a empleados de Guastini subiendo un freezer a su oficina, pero fue bajado días después. A Díaz nunca se lo vio salir. Los detalles de la ejecución de Guastini aún son un enigma. La investigacion de su asesinato todavia tiene un final abierto.
Este es el estreno de Archivos Messi, la sección policial audiovisual a cargo de Virginia Messi, en la que contará en primera persona las investigaciones periodísticas de las que estuvo a cargo.