El exobispo de Orán y amigo del papa Francisco, Gustavo Zanchetta, declaró este lunes en el primer día del juicio oral en su contra tras ser acusado de abusar sexualmente a dos seminaristas.
Se trató de la primera de las audiencias que se prolongarán diariamente hasta el próximo viernes en Salta. En esta jornada, el imputado negó haber cometido los delitos que le adjudican y hasta remarcó haber mantenido relaciones “buenas y sanas” con ellos.
En este sentido, el religioso -nombrado obispo por Jorge Bergoglio en junio de 2013- reveló que solía mantener charlas con los seminaristas y que hasta visitó algunos domicilios a los que fue invitado por sus familiares que le confiaban sus problemas o historias de vida.
El exobispo Zanchetta en juicio.
No obstante, se justificó que las relaciones que establecía eran con el fin de conocerlos a todos y sobre todo para saber si iban a cumplir su papel como sacerdotes. Al respecto de la acusación, remarcó que nunca hubo alguna connotación sexual y hasta apuntó contra las víctimas por tener “otra intención con sus denuncias”.
Es que según contó en el encuentro, tres sacerdotes le habían dicho que las mismas fueron realizadas en el marco de una venganza que tenían ambos contra él. Una información en la cual afirma confiar.
Las declaraciones de Zanchetta fueron emitidas luego de la lectura al requerimiento de elevación a juicio de la causa. Al finalizar, fueron los denunciantes quienes hicieron su aporte sin la presencia del hombre
El Papa Francisco cuando recibió en el Vaticano al obispo argentino Gustavo Zanchetta, en junio de 2015.
Fue entonces cuando los dos exseminaristas ratificaron ante el tribunal sus dichos formulados en la etapa de investigación. Además, uno de ellos indicó que el sacerdote le habría formulado “propuestas amorosas” y requerido “masajes”.
El exobispo está imputado por el delito de abuso sexual simple continuado agravado por ser cometido por un ministro de culto religioso reconocido.
La denuncia detalla que estos abusos tuvieron como escenario el edificio del seminario Juan XXIII, de la ciudad de Orán, ubicada a 270 kilómetros al norte de Salta Capital, y en un domicilio particular de la localidad de Los Toldos.
El exobispo argentino Gustavo Oscar Zanchetta.
El juicio fue prorrogado en septiembre del año pasado, por solicitud de Giannotti, quien argumentó que el expediente canónico, que fue solicitado como prueba por la defensa y también por la fiscalía, no había sido recibido a la fecha.
A partir de mañana, cuando se reanuden las audiencias, se calcula que alrededor de 40 testigos pasarán por el juicio.
El caso
El obispo emérito de Orán, único imputado en el proceso penal, fue ordenado sacerdote en 1991 en la diócesis de Quilmes y el Papa Francisco lo consagró obispo de Orán en julio de 2013.
El “Nuevo Diario” de Salta informó que hay dos denuncias contra el obispo Zanchetta. En la primera, un joven seminarista contó que sufrió abusos sexuales en 2017 por el entonces episcopal de Orán, que habrían sido cometidos en el edificio del seminario Juan XXIII y en un domicilio particular..
Otro seminarista lo denunció por “episodios de significación sexual y conductas inapropiadas frente al público y en el ámbito privado” en la casa parroquial San Antonio, en el edificio del seminario Juan XXIII y en la casa del obispo.
La fiscal acusa a Zanchetta de haber actuado “con ánimo doloso de involucrar sexualmente a las víctimas”, informa el “Nuevo Diario”.
El periódico señala que la fiscal indicó que el informe psiquiátrico encuadra al obispo emérito de Orán en una “personalidad con rasgos psicopáticos” pero que no presenta psicosis ni otros trastornos mentales.
DD
