Desde el operativo militar de Rusia en Ucrania, la situación en la capital Kiev se volvió dramática. El mundo está en alerta y allí hay quienes atraviesan situaciones límites. Un ejemplo es un instructor de artes marciales con doble nacionalidad que teme ser llamado para ir a la guerra.
La gente se une a unidades de defensa. les dan armas, junto con los militares, con los policías, les enseñan y te defienden de la agresión que nos está haciendo Rusia”; comienza contando Luis Alberto Flores, boliviano-ucraniano, a CNN.
Respecto a la pregunta sobre si está dispuesto a tomar un arma y defender un país que en realidad no es el suyo, el hombre fue contundente: “Yo nací en Kiev, y viví mucho tiempo en Bolivia. Soy ucraniano, aquí está mi familia, mis amigos, mi hogar. Todo lo que soy me lo dio este país”
“Aquí está mi familia, mis amigos, mi hogar. Todo lo que soy me lo dio Ucrania”, sostiene.
Y agregó con un tono de dolor, oculto en un baño: “Aquí he sido reconocido como instructor, como profesional, he montado mi negocio. Y también lo voy a defender”.
Otra manera de combatir
El hombre explica que no puede tomar un arma, y que junto con su hermano decidió emplear otra manera de combatir, y es “con la verdad”.
“le vamos a transmitir a todo el mundo lo que está sucediendo. ya no sé cuánta gente me entrevistó. Empecé en Bolivia y llegué a la CNN. Pero el mundo tiene que saber lo que está pasando: el ejército ucraniano necesita ayuda“, amplía siempre compungido.
“Están matando a gente normal, a familias, niños, mujeres. Están bombardean edificios de civiles, pisando con tanques autos con personas adentro. Disparando a todos lados. Nosotros nos escondemos en refugios de bombas, en el metro. en los sótanos. Todos esos lugares, gimnasios, se convirtieron en refugios, con agua potable”, relata estremecedor.
Flores cuenta que alcanzó a salir de la ciudad a lo de un amigo, y después se sumó su hermano. Y que “los cortaron” explotando el puente, ór lo que apenas les quedan provisiones para una semana.
Flores asegura: “Están matando a familias, niños, mujeres”.
No todos tuvieron tanta suerte y se pudieron escapar. Pero él cuenta que no le quedó otra opción para defender a su esposa y a su hija, pero que se quería quedar. “No sé si estamos seguros, pero sin dudas es mejor que estar en un edificio en un piso 19”, ejemplifica.
Temor por Kiev y derrocamiento del presidente
Ante un escenario aún mayor en Kiev y el país en general, Flores fue categórico: “El primer día tenía miedo, el segundo día me tomé a mano y comencé a trabajar. Al final me convertí en periodista boliviano internacional. Seguramente pediré refugio a embajadas, Estados Unidos o donde sea, porque mi cara la están mostrando en todos los noticieros”, admitió.
Pero más allá de los temores, reconoce que no va a claudicar. “Lo voy a seguir haciendo porque mi arma es la verdad”, concluyó con la voz entrecortada en la entrevista, reconociendo que lleva pocas horas de sueño, le tiembla el cuerpo y no le da la voz.
La guerra entre Rusia y Ucrania
El ataque militar de Rusia y Ucrania tiene en vilo al mundo. Ya el lunes el presidente Vladimir Putin había anunciado el envío tropas rusas a las regiones rebeldes de Donetsk y Luhansk, tras reconocer la independencia de ambas. Y el jueves confirmó una “operación militar especial” en el este de Ucrania, seguida de las primeras explosiones en diversas ciudades ucranianas.
Europa teme por un conflicto mayor que involucre a más países y desemboque en una Tercera Guerra Mundial. Incluso el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, fue contundente al señalar que “el mundo hará responsable a Rusia”. Y hubo repercusiones en la misma línea de una gran mayoría de líderes mundiales.
El conflicto se remonta a 2014, cuando Rusia decidió tomar el control del territorio ucraniano de Crimea y apoyó a las fuerzas separatistas prorrusas en las regiones de Donetsk y Luhansk.
Pero el tiempo pasó y sucedieron cosas para que en las últimas horas se llegara a esta guerra.