Un trabajador santiagueño de una estación de servicio contó una escalofriante anécdota a través de una página que difunde contenido relacionado a lo paranormal. Aquí te la mostramos:
«Hola, es muy bueno lo que hacen con permitirnos contar las distintas experiencias, que a veces muchos no creen. Paso a contarle una de tantas anécdotas», comenzó.
«Hace unos años, yo trabajaba en una estación de servicio ubicada sobre ruta 9 aquí en Santiago del Estero. Una madrugada tipo 3 de la mañana salimos con el sereno y a limpiar la playa y los surtidores tarea de todos las noches que lleva su tiempo. Después de terminar, con nuestro trabajó nos sentamos en el nochero a tomar unos mates y una de las perritas que teníamos en el trabajo, comenzó a llorar mirando hacia la ruta», continuó.
«Con mi compañero comenzamos a retar al animal que no paraba de llorar entonces fue ahí cuando Rodrigo el sereno me dijo:
– Cumpa levanta la cabeza y mira para el lado del mueble que está situado en la esquina’
En ese entonces era todo muy oscuro y nosotros teníamos solo algunas luces de la playa encendidas porqué nadie se llegaba a cargar combustible de noche
Miré dónde me dijo el sereno y vimos un animal en forma de perro o mejor dicho de un perro de gran tamaño que llamaba la atención y que arrastraba una cadena se sentía con claridad entonces empezamos a prender todas las luces de la playa y miramos por un ventanal y esa criatura nos miro como dándose cuenta que la estábamos observando, pero siguió por un camino aledaño, despareciendo en la oscuridad», agregó.
«Rodrigo sacó su arma y me dijo vamos a ver yo agarre un machete que había del jardinero y cuando salimos al camino que estaba a unos metros se sentía que lloraban los perros del lugar lloran como si alguien les pegara. Nos volvimos y esperamos la hora de irnos a las 6 AM. Al otro día regresamos a las 22 como era correspondiente y vino un vecino del lugar a cargar nafta y nos dijo que la noche anterior , vieron al alma mula para el lado de su casa el vivía sobre el camino», prosiguió.
«Nosotros también la vimos no era normal, es costumbre ver y escuchar cosas paranormales en esa estación de servicio en la cuál trabaje 3 años. Gracias por compartir saludos desde Santiago del Estero, Capital», finalizó.