Algunas noticias llegan tardes a nuestra vidas y generan impacto. Aunque no tanto como les sucedió a Tina Ennis y Jill Lopez, quienes nacieron el 18 de mayo de 1964 en un hospital de Oklahoma, Estados Unidos. Y recién 57 años más tarde descubrieron que habían sido intercambiadas al nacer.
Las dos mujeres cuentan que de alguna manera fueron cambiadas y entregadas a los padres biológicos del otro en el Duncan Physicians and Surgeons Hospital, informa el Daily Beast.
Pero finalmente pudieron conocer la impactante verdad por un ADN que Tina envió a Ancestry.com y recibió algunos resultados desconcertantes.
Tina Ennis notó que se veía diferente al resto de la familia.
Diferencias y ADN
Tina, repartidora del servicio postal, dijo que se había dado cuenta de que era más alta y más delgada que su madre y sus dos hermanos. Una situación que sucede con frecuencia, pero su madre Kathryn Jones insistió en que se parecía a su padre biológico, quien se fue cuando ella tenía apenas dos años.
Cosas de la vida, el padre de Kathryn y abuelo de Tina también se había ido cuando Kathryn era una niña, por lo que en 2019 la mujer se hizo una prueba de ADN para tratar de saber más sobre él.
Jill Lopez quedó sockeada al enterarse la verdad más de medio siglo después.
Sin embargo, cuando llegaron los resultados, y en la lista aparecían parientes por ADN con nombres desconocidos.
Pero la sorpresa mayor se produjo cuando su madre Kathryn también hizo una prueba de ADN y los resultados arrojaron que madre y hija no estaban relacionadas entre sí. Una noticia que fue un verdadero shock pata todos.
Tras consultar en el sitio web especializado, obtuvo una respuesta más que inquietante de parte del servicio al cliente: “En Ancestry descubres algunas cosas interesantes”.
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Confusión al nacer
La hija de Tina, de 26 años, sugirió que pudo haber ocurrido algún tipo de confusión al nacer y comenzó a investigar en línea, refleja el británico Metro.
Y fue entonces cuando encontró cerca a una mujer llamada Jill, que nació el mismo día y guardaba cierto parecido a Kathryn, por lo que decidió enviarle un mensaje.
Tina ( atrás izquierda) se enteró de que no estaba emparentada con su madre Kathryn Jones (abajo izquierda), después de que ambas se hicieran pruebas de ADN.
Jill también se hizo una prueba de ADN y mostró que Kathryn era de hecho su madre biológica. “Mi corazón simplemente se hundió [en ese momento] porque yo estaba como, ‘Esto es real'”, afirmó Tina.
Lejos de creerlo, Kathryn vio una foto de la agente inmobiliaria Jill y pensó quedó impactada: parecía una foto antigua de ella misma. “Se parecía mucho a mí. Me devastó”, sentenció.
La cabeza comenzó a dar vueltas y llegaron más conclusiones. Kathryn quedó afectada al darse cuenta de que sus nietos tampoco eran biológicamente suyos. “Fue como si alguien hubiera arrancado una parte de mi corazón. No podía lidiar con eso”, explica.
Tiempo juntas de una parte
Desde ese momento bisagra en sus vidas. Jill optó por pasar tiempo con su madre biológica Kathryn. En cambio Tina no pudo ya que sus padres biológicos, Joyce y John Brister, habían muerto.
Tina Ennis y Jill Lopez, las mujeres que vivieron con la familia de la otra.
“Jill tiene que estar con mis verdaderos padres, y ahora puede estar con mis padres con los que crecí. No sabía qué pensar al principio, pero cuanto más lo pienso, me entristece mucho”, dice algo mareada y llena de dudas y pena.
Demanda al hospital
Más allá de la curiosa historia que marcó sus vidas, las mujeres presentaron una demanda contra el hospital Regional Duncan.
La respuesta oficial del centro de salid es clara: niega toda responsabilidad y afirma que desde entonces se fusionó con el hospital donde nacieron las dos mujeres y ya no es el mismo.