El clima político en Boca se encendió a partir de la dura crítica del ex presidente de la Nación Mauricio Macri a la gestión de Jorge Ameal y Juan Román Riquelme. Primero fue Jorge Bermúdez, hombre fuerte del Consejo de Fútbol, quien le respondió con dureza en la previa del triunfo ante Estudiantes, en La Plata, por la Copa de la Liga Profesional. Y más tarde fue el turno de propio Ameal.
¿Qué había dicho Macri? “Riquelme está arruinando al club. Una cosa es saber poner la pelota y otra, dirigir un club”.
En ese sentido, Ameal no anduvo con vueltas: “Que Macri se preocupe más por lo problemas que dejó en el país y menos por Boca, que acá estamos trabajando bien y tranquilos”.
“Que casualidad que el mismo día en que se tenían que resolver cosas importantes (por la sesión en Diputados del pago de la deuda con el FMI) en el país, Macri se puso a hablar de Boca”, argumentó en su cuestionamiento Ameal en diálogo con un periodista de la agencia Télam en la puerta de acceso al estadio UNO, de Estudiantes de La Plata, donde Boca jugó por la sexta fecha de la Copa de la Liga Profesional.
Posteriormente el presidente boquense ratificó que “durante el transcurso de esta semana se tratará en la Comisión Directiva el nombramiento de Adriana Bravo como vicepresidenta tercera. Porque en gestiones anteriores a las mujeres se las utilizaba para formar parte de las Boquitas (grupo de porristas que ensayaban coreografías de baile dentro del campo de juego de la Bombonera antes de los partidos) y en cambio ahora se les da otro lugar”.
“Bravo (presidenta del Departamento de Inclusión e Igualdad boquense) es una luchadora, socia del club desde hace muchos años, y la vamos a proponer como vicepresidenta tercera”, para reemplazar al recientemente fallecido Roberto Digón, confirmó finalmente Ameal.
¿Qué había dicho Bermúdez? “Cuando llegamos al club había 5 millones de dólares porque adelantaron pagos del pase de Nández, sino no había un peso. Hoy está ordenado, pudimos incorporar, ganamos tres títulos (NdR: uno más que en los primeros cuatro años de Macri al frente de Boca, entre 1995 y 1999) y tenemos finales pendientes”, argumentó el integrante del Consejo de Fútbol.
Pero no se quedó ahí, porque la chicana, sabiendo del contexto político y económico de la Argentina, apareció enseguida: “Aprendí a amar a este país como el mío y no hubo otro mandatario que endeudara más a la Argentina y que hiciera tan pésima administración como ese señor”.
“Yo no puedo aceptar que Mauricio Macri hable así de esta misión, de esta labor dirigencial de nuestro club, porque muchos factores. Me hiela la sangre. Hoy tenemos un club con salud económica”, completó, enfocando además en las contrataciones “de mucha altura” que lograron en este mercado de pases.
También hizo referencia a las refacciones que se llevaron adelante y se proyectan en el estadio la Bombonera, “por primera vez en 35 años”, a partir de las complicaciones con el campo de juego que se vieron en el inicio de la Copa de la Liga Profesional.
Y recordó una situación particular que, para el colombiano, puede ser el detonante de este cruce: “A Riquelme tampoco Macri lo quiso como jugador, yo fui compañero de Román y ese Topo Gigio no fue gratuito”. El recuerdo es para el festejo del talentoso mediocampista tras convertir en la goleada 3-0 sobre River en el Superclásico, el 8 de abril de 2001, en momentos donde el futbolista reclamaba un mayor pago de prima por su importancia deportiva en el plantel de Carlos Bianchi.
“Salimos 3 veces campeones, con 3 finales por jugar, trajimos jugadores. Y lo único que se le ocurre es salir a criticarnos el mismo día en el Congreso la gente tiraba piedras y quería evitar hablar de eso”, cerró Bermúdez.
