La pandemia hizo que las subastas online fueran ganando terreno frente a las tradicionales. Bring a Trailer es un referente mundial de esta moderna modalidad de remates y acaba de marcar un nuevo récord. Vendió un Mercedes-Benz 680 S Sport/4 de 1927 en 2,8 millones de dólares, con el que superó la marca anterior registrada con un Porsche Carrera GT, al que en 2021 se le bajó el martillo por 2 millones de dólares.
La cifra tan abultada tiene dos justificaciones. La antigüedad del modelo y la exclusividad, ya que Mercedes-Benz sólo fabricó 146 unidades de esta versión que se basa el famoso Model K de la marca alemana, diseñado por el célebre Ferdinand Porsche, quien dejó su impronta en la marca de Stuttgart antes de convertirse en el padre del mítico Escarabajo, que creó a pedido de Adolf Hitler.
Este vehículo, que trasunta una fuerte dosis de elegancia, tiene una particularidad aparte de haber establecido un récord para la subastadora: después de haber sido construido en Alemania el auto pasó por la Argentina, según los documentos que les fueron entregados al comprador.
Por este modelo se pagaron 2,8 millones de dólares.
Era una época en que la que todavía se llamaba a la Argentina como el “granero del mundo”. El país era una potencia económica mundial por la exportación agrícola, y por ende era usual encontrarse en las calles, sobre todo de Buenos Aires, con esos primeros autos como exponentes de la alta sociedad.
Cómo es el Mercedes-Benz del récord
¿Por qué este raro vehículo que entró en la historia? El modelo cuenta con un motor de seis cilindros en línea, de 6.2 litros, con bloque de aleación de aluminio con una tapa de hierro fundido. Con este conjunto es capaz de desarrollar 180 caballos. Toda esa potencia la traslada a las ruedas traseras y está asociado a una caja manual de cuatro velocidades. A su vez, las suspensiones tienen ejes macizos con ballestas semi elípticas en las cuatro esquinas.
Así anda el Mercedes-Benz de precio récord
El 680 S Sport/4 descapotable se vendió en 2,8 millones de dólares. En sus orígenes pasó por la Argentina.
Los Type S participaron en carreras en todo el mundo. El piloto Rudolf Cacciola utilizó un 680 S para obtener la victoria en la carrera inaugural del circuito de Nürburgring, en Alemania. Además, consiguió otros diez triunfos más en la temporada para demostrar el tremendo poderío de este vehículo.
El motor de seis cilindros en línea y 180 caballos.
Esta en particular, se trata de una coupé de cuatro plazas, descapotable, con lona de cuero beige al igual que los tapizados y la cobertura de la rueda de auxilio. Su carrocería está pintada de rojo, color que identifica a los auténticos deportivos y se combina a la perfección con unas particulares llantas doradas.
Su gran parrilla cromada, con la clásica estrella de Mercedes-Benz en la parte superior, se lleva todo el protagonismo. Otras particularidades son el cinturón de cuero que se encarga de mantener cerrado esa especia de capot bi partido y los focos dobles.
El documento que acredita su paso por Buenos Aires.
Aunque para estos tiempos parezca un Mercedes-Benz extraño, en realidad es un clásico para los coleccionistas. En el interior tiene detalles que denotan su elegancia y categoría, como las inserciones en madera o su gran volante de cuatro radios que parece el timón de un barco. Los relojes también son como unas obras de arte.
Hasta llegar a su nuevo dueño, este Mercedes-Benz de principios del siglo pasado tuvo un largo recorrido por diferentes latitudes. Se comercializó en Alemania en 1928, después llegó a la Argentina y luego hizo escala en los Estados Unidos.
Otras noticias
El descapotable es un objeto de culto.
En Norteamérica fue comprado en los años 60 por Howard Kizer, hermano de Karl, el responsable del Museo de Indianápolis Motor Speedway. Allí fue restaurado por primera vez y esa no fue su última lavada de cara. En los 80 se volvió a restaurar con la misma imagen que mantiene actualmente.
Esta joya automotriz que hoy se cotiza en millones de dólares pasó por Buenos Aires. En la página web de las subastas se muestran copias de documentación suministrada por el historiador automotriz Jonathan Sierakowski, con un pedido de importación para la Argentina.
El interior del Mercedes-Benz 680 S Sport/4, con terminaciones en madera.
No hay más información sobre quién puede haber sido el propietario en el país. La fecha de llegada a la Argentina coincide con la época de gloria de la oligarquía argentina que solía comprar productos de Europa como símbolo de ostentación y status.
Viejos son los trapos. Un modelo de 95 años y cientos de miles de kilómetros recorridos fue subastado y adquirido en un valor histórico. El mejor remate para su extensa historia.
