Un diputado del Frente de Todos presentó un proyecto para crear un nuevo Impuesto a la Riqueza, con el objetivo de pagar la deuda con el FMI y “mitigar” los impactos del endeudamiento con ese organismo.
La carpeta -que emula el impuesto a las “grandes fortunas” aplicado en el contexto de la pandemia del coronavirus- lleva la firma de Pablo Carro, diputado por Córdoba y alineado al actualmente díscolo kirchnerismo duro. Es uno de los 13 legisladores que el viernes pasado a la madrugada se abstuvieron en la votación del acuerdo con el Fondo Monetario en el recinto, la totalidad de ellos pertenecientes al oficialismo.
Carro es además secretario general de la CTA en Córdoba.
“Presenté un proyecto de ley de Aporte Solidario y Temporario Para Mitigar el Impacto del Endeudamiento con el #FMI”, anunció Carro en su cuenta de Twitter.
Lo definió como un “aporte obligatorio y temporario” que deberán pagar “por 10 años las personas más ricas del país con el objetivo de aminorar la deuda con el FMI”. Estaría dirigido a “aquellas argentinas y argentinos que poseen las mayores fortunas, con patrimonios declarados superiores a 320 millones de pesos“.
La consigna con que el diputado impulsa su proyecto apela a la sensibilidad ante el impuesto: “Que la solidaridad sea la regla”.
“Los que más tienen deben hacer un esfuerzo para paliar los efectos de una deuda que no tiene precedentes”, dijo el diputado. “Necesitamos que los sectores más pudientes de la Argentina sostengan un segmento de los esquemas de financiamiento público para recuperar el tejido productivo y de seguridad social en la Nación y en las Provincias argentinas”.
En resumen, llamó a garantizar que “el peso del endeudamiento no recaiga -otra vez- sobre las y los trabajadores, sobre las y los jubilados”.
El impuesto a la Riqueza en su versión pandémica fue un proyecto de Máximo Kirchner, quien lidera la revuelta oficialista en contra del acuerdo con el FMI. Esa primera versión afectó a las fortunas superiores a los $200 millones y, hasta el primer semestre de 2021, recaudó $197.000 millones, aunque hubo numerosas presentaciones judiciales para eludir el pago.
Carro, la CTA y el FMI
Carro, de 56 años, se inició políticamente en la Universidad de Córdoba. Llegó al Congreso nacional como diputado en 2017.
Cuatro años más fue en el tercer lugar de la lista para renovar su banca. El Frente de Todos sacó el 10%, por lo que solo podía ingresar Martín Gill por el kirchnerismo. Sin embargo, Gill renunció antes de asumir, para continuar en la secretaría de Obras Públicas de la Nación. En su lugar, por la ley de paridad de género, Carro mantuvo su puesto en la cámara baja.
El impulsor del nuevo proyecto de Impuesto a la Riqueza es secretario general de la CTA en Córdoba. Uno de sus referentes políticos es Hugo Yasky, secretario general de la central a nivel nacional, que también se abstuvo en la votación del viernes a la madrugada.
Otro hombre vinculado a la CTA es Claudio Lozano, director del Banco Nación, que criticó duramente el entendimiento entre el Gobierno nacional y el Fondo Monetario.
“El default no era el camino, pero no pueden ser las y los trabajadores los que paguen la fiesta de los que se la fugaron, otra vez. Tenemos que poner de pie a la Argentina que Mauricio Macri dejó de rodillas”, escribió el viernes pasado, horas después de la votación que le dio media sanción a la ley del acuerdo con el FMI.
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DS