Algo huele a podrido y no es en Dinamarca. Los precios no están respondiendo a lo que el Gobierno había planificado, anunciado y, sobretodo, creído.
En cinco meses de gestión del secretario de Comercio, Roberto Feletti, que asumió un mes después de la derrota del oficialismo en las PASO con la credencial de que supuestamente venía a bajar la inflación, el IPC acumuló un aumento de 19,8%. Es el dato que sale de medir la inflación entre octubre de 2021 y febrero de 2022.
En los cinco meses previos, su antecesora en el cargo, Paula Español, registró 16,4%.
Quiere decir que la tendencia al alza no sólo no se detuvo sino se agravó tras el cambio en la Secretaria de Comercio. Aún cuando Feletti (y Débora Giorgi), venía con la idea de reforzar la intervención del Estado en los balances de las empresas.
Desde que asumió el 12 de octubre, el secretario anunció el congelamiento de unos 1.300 productos por 90 días. Relanzó el programa precios cuidados con revisiones trimestrales y ajustes graduales. En enero explicó al staff del Fondo Monetario el programa de controles de precios (junto a Martín Guzmán). Y más acá en el tiempo se reunió con asociaciones de inquilinos e inmobiliarias para amortiguar los aumentos de los alquileres.
Nada de eso sirvió.
La inflación en alimentos en los cinco meses de Feletti respecto al período inmediato anterior -con Español-, directamente se duplicó: 20,1% versus 11,6%.
¿Por qué los precios subieron más pese a los mayores controles?
“Básicamente porque aumentó más el dólar, hubo paritarias e inflación global”, explica Guido Lorenzo, economista de LCG.
No hay estrategia ‘micro’ que compense las fuerzas de ‘la macro’ en la lucha contra la inflación.
La experiencia, los manuales y los casos exitosos explican que inflaciones crónicas y altas se combaten con política monetaria (principalmente), fiscal y de ingresos.
Lo que viene no luce alentador.
Según la consultora de Diego Bossio y Martín Rapetti, Equilibra, lo que viene no es más auspicioso. “La inflación de 2022 superará ampliamente lo estipulado en el programa con el FMI (38%-48%)”. Su escenario base es una inflación de 65%.
Así entonces, el aumento de la inflación de Español a Feletti no es sólo un fracaso antiinflacionario. Es también la derrota de una visión que agrava el problema.
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