Dos delincuentes a bordo de una moto le robaron a un joven no vidente cuando volvía a su casa después de trabajar. Sucedió durante la tarde, a plena luz del día, en el barrio Rincón del Este, de la ciudad de Alderetes, en Tucumán. El asalto quedó registrado por una cámara de seguridad del barrio.
El cuadro de situación generó impotencia e indignación en la tranquila ciudad tucumana, donde reclaman por mayor seguridad.
El hecho sucedió alrededor de las 15.20 del pasado viernes. En una calle que, por lo que se observa en el video, tiene poco movimiento.
En las imágenes se ve a los delincuentes que circulan en una moto roja por la cuadra, y en el fondo del cuadro se observa a una persona no vidente que viene caminando por la vereda en sentido contrario.
La moto pasa de largo, pero segundos después se ve que los motochorros regresan y paran unos metros por delante del chico.
El no vidente ya fue asaltado por dos motochorros en Tucumán. Sucedió a plena luz del día. Foto: Captura de video.
Uno de ellos baja raudamente del vehículo y comienza a amedrentarlo. Arrincona contra la pared al muchacho, quien venía desplazándose con su bastón. Nada les importó.
Tras revisarlo, el motochorro trata de sacarle lo que sea. Pasaron 20 segundos entre el amedrentamiento y el robo, con una víctima que no pudo defenderse. Le robaron el celular. Uno especial para no videntes.
Rapidamente, los delincuentes en moto huyen del lugar. La imagen genera indignación, pero el audio ambiente, impotencia.
Se escuchan los gritos durante el breve forcejeo y luego el dramático pedido de auxilio del joven de 29 años después de que los motochorros escapan. En el momento, ningún vecino apareció para asistirlo.
“Basuras, basuras. Hijos de mil p…No, no, no, no”, fue lo único que pudo decir la víctima, tras la frustración de haber sido asaltado.
Según publicó el diario La Gaceta, le faltaban unos metros para llegar a su casa.
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En el video se observa cómo tras ser robado, el chico se acerca hasta la puerta de su casa y llama a una persona para que le abra el portón.
“Los ciegos estamos expuestos a los autos y a la inseguridad”, dijo la víctima en diálogo con el diario local.
“Él venía de trabajar. Se acababa de bajar del colectivo de la línea 124, e iba rumbo a su casa”, contó un familiar.
Y reclamó: “Lo que pedimos es más presencia policial”. Además informó que desistieron de hacer la denuncia policial porque “lo que se roba, nunca aparece”.
