Atento a la escalada de los precios y las crecientes necesidades de financiamiento, el Gobierno alistó un nuevo pelotón de bonos ajustados por inflación (CER) para la licitación de este miércoles. De esa forma, buscará colocar deuda por $250.000 millones, aprovechando el interés de los inversores por obtener mecanismos de cobertura.
El Ministerio de Economía saldrá al mercado en momentos que se espera una suba de tasas del Banco Central, tras conocerse el dato de inflación de febrero, que fue del 4,7%. Pero los analistas no esperan mayores dificultades, ya que el Tesoro viene incrementando los rendimientos que paga y atendiendo la mayor demanda por instrumentos indexados a precios.
Por el contrario, creen que la inflación es un elemento que lubrica las licitaciones de deuda, en un escenario de controles cambiarios -que impiden un drenaje del excedente de pesos hacia el dólar- y flexibilización de los límites por parte del gobierno para que los bancos integren sus encajes con títulos del Tesoro, obteniendo a cambio rendimientos incluso por encima de la inflación.
Con ese espíritu, la cartera encabezada por Martín Guzmán realizó la semana pasada un canje de títulos la semana pasada luego de la conversión de un bono CER (Boncer Tx22), que le permitió reducir los vencimientos del mes en $293.000 millones y alargar en parte los plazos de la deuda hasta 2028. La subasta disminuyó los compromisos de esta semana a $ 252.000 millones.
En ese contexto, Economía ofrecerá este miércoles un menú amplio con siete títulos, compuesto por una letra de liquidez (Lelite) a 15 días -solo disponible para Fondos Comunes de Inversión (FCI)-, y tres letras a descuento (Lede) con plazo hasta junio, julio y agosto de este año, únicamente para los bancos y sociedades de bolsa que integran el programa Creadores de Mercado.
Estas entidades también podrán participar de una canasta ajustada por inflación, compuesta en un 60% por una letra en pesos con CER a descuento (LECER) con vencimiento en diciembre y en un 40% por una LECER con plazo hasta febrero de 2023.
Por último, se licitarán tres bonos atados a la evolución de los precios (Boncer), con tasas positivas del 1,45%, 1,55% y del 2%, que vencen en agosto de 2023, julio de 2024 y noviembre de 2026, respectivamente.
El Tesoro debe afrontar pagos por $ 652.000 millones en marzo, $ 716.000 millones en abril y $ 878.000 millones en mayo. Guzmán necesita ampliar las colocaciones y renovar vencimientos para reducir la emisión monetaria del Banco Central al 1% del PBI, una de las metas del acuerdo con el FMI, que este jueves se debatirá en el recinto del Senado.
“El dato de inflación de febrero y las expectativas altas para marzo también dejan al Banco Central con la necesidad de calibrar nuevamente el nivel de tasas de interes para no perderle pisada al ritmo inflacionario. Sin embargo, la posible suba de tasas no se encuentra acompañada todavía por medidas de contracción monetaria destinadas a reducir el incremento monetario del último trimestre del año pasado”, señaló Delphos.
Por lo tanto, advirtió la consultora, “las condiciones monetarias siguen siendo relativamente benévolas y “lubrican” el proceso inflacionario. El directorio del Banco Central seguramente evaluará la situación en la reunión de directorio del próximo jueves mientras que las medidas para contener los precios se conocerían el viernes”.
Otro de los compromisos con el FMI es el de reducir la deuda en pesos ajustada por inflación. En lo que va de la gestión de Alberto Fernández, el incremento de la deuda externa fue de US$ 53.249 millones, en su mayoría en pesos ajustados por la inflación.
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