Boca le ganó a River en el Monumental después de cuatro años y medio. Fue gracias al gol de Sebastián Villa, luego de un horror defensivo de Leandro González Pirez, y a las atajadas de Agustín Rossi, clave para sostener la victoria. Justamente el arquero fue el mejor de la tarde-noche en Núñez y tuvo una reivindicación luego la actuación en falso en el anterior Superclásico en Núñez. A continuación, el boletín de calificaciones del equipo de Sebastián Battaglia.
Agustín Rossi (9)
Fue la gran figura del Superclásico, con media docena de atajadas. En los mano a mano estuvo firme, sin rebotes y en el cabezazo del final se estiró justo. En el juego aéreo, quizá su punto más débil, también resolvió con sobriedad.
Luis Advíncula (5)
Atacó poco y nada, porque estuvo muy atento en la marca de Barco. Cometió infracciones, se ganó la amarilla y estuvo al borde de la expulsión por una falta sobre Álvarez. Por eso Battaglia eligió sacarlo.
Carlos Zambrano (6)
El peruano estuvo muy firme en la búsqueda aérea y en los duelos por abajo. No se complicó en la salida (abusó del pelotazo) pero jugó con el temple que se necesita en un clásico.
Marcos Rojo (6)
Al igual que su compañero de zaga, no se complicó y fue tiempista en más de un cierre oportuno. Arrastró un dolor todo el juego en su espalda pero no esquivó el roce del encuentro. Se redimió del último clásico en el Monumental.
Frank Fabra (5)
Con Boca muy atento en la marca, su mejor versión, la ofensiva, pasó desapercibida. Apenas un par de proyecciones en la segunda parte, pero solidario en el retroceso.
Cristian Medina (5)
No gravitó en el ataque y por momentos tampoco auxilió a Pol Fernández en la recuperación. Su rol, clave para poder romper el mediocampo en ataque, no lo cumplió en plenitud.
Guillermo Fernández (6)
Otra vez cumplió en su nueva faceta de mediocampista central. Comenzó retrasado, como todo Boca, pero luego se afirmó y hasta recuperó pelotas que pudieron ser clave para alguna contra. De nuevo demostró que es un jugador versátil e inteligente, de los que entienden los momentos del partido.
Juan Ramírez (6)
Un imán para acumular infracciones de futbolistas de River que siempre le permitieron tener oxígeno a Boca. Cuando pudo, rompió líneas hacia el ataque y en el segundo tiempo estuvo cerca de marcar un gol cuando pisó el área con criterio. Lució, otra vez en un clásico, su mejor versión.
Aaron Molinas (4)
En su función de darle claridad ofensiva a Boca no pudo conectarse nunca con Villa ni Benedetto. Incluso en el retroceso, para cooperar con la marca, en más de una vez tuvo imprecisiones.
Sebastián Villa (6)
Jugó todo el primer tiempo un mano a mano con Rojas en los que siempre perdió. El gol, decisivo para el clásico, fue por buscar una pelota que parecía perdida. Luego le faltó lucidez para sacarle provecho a las contras que Boca tuvo a disposición tras el 1 a 0.
Darío Benedetto (4)
Todo el esfuerzo físico que hizo en la semana para llegar al clásico se evidenció en el juego: no forzó la máquina para la presión y casi no participó del partido. El DT contó que además estaba con un fuerte cuadro gripal. Se notó.
Nicolás Figal (6)
Entró a jugar el clásico en una posición poco habitual para él y respondió con personalidad.
Luis Vázquez (6)
Sacrificado, aportó la presión que no había podido hacer Benedetto. En la más clara que tuvo, definió apurado y muy desviado.
