Muchas veces a lo largo de la vida se ocupan lugares a los que se les va tomando tanto cariño que pasan a ser como una segunda casa. Cuando algo inesperado impide seguir formando parte, genera un vacío tan grande que produce mucho dolor.
Esto es lo que les sucede a las Damas de Rosa, un histórico grupo de voluntarias del Hospital Municipal San Bernardino de Hurlingham, más conocido como el “Hospitalito”, que llevaban casi 57 años al servicio de los vecinos.
En diciembre de 2021 fueron desplazadas -según cuentan- sin explicaciones de parte de las autoridades del centro de salud ni de la Municipalidad de la que depende, hoy bajo control de La Cámpora y otros aliados kirchneristas del Frente de Todos.
Desde entonces, están pidiendo reunirse para poder acordar un modo de retomar sus tareas. Pero no tuvieron respuesta hasta que, preocupadas -y sorprendidas- por no recibir ni siquiera una negativa, decidiero hacer público su situación.
El “Hospitalito” de Hurlingham, el lugar donde las Damas de Rosa ayudaban desde hacía 57 años.
Ante la consulta de Clarín, voceros de la municipalidad voceros de la municipalidad reconocieron que las voluntarias “llevan algún tiempo” fuera del hospital, pero explicaron que “el tema está vinculado con darle un marco más ordenado a la actividad que realizan, que no estaba clara”.
Con esa idea, informaron que “el lunes 21 de marzo serán recibidas en la Comuna para empezar a organizar su regreso e incluso se analiza la posibilidad de ofrecerles un subsidio”.
Las tradicionales Damas de Rosa (o Damas Rosadas) existen en muchos hospitales públicos del área metropolitana de área metropolitana de Buenos Aires.
Es un voluntariado de mujeres que asisten y acompañan a los enfermos, médicos y trabajadores de la salud en general. Su nombre deriva del color característico de los delantales que utilizan sus integrantes para ser fácilmente identificables en los pasillos hospitalarios.
Desde 1965
En el caso de Hurlingham, el 17 de agosto de este 2022 se cumplirán 57 años de la creación del Servicio de Voluntarias del Hospital San Bernardino , el “Hospitalito”, ubicado en la calle German Argerich 1650, en la zona oeste del conurbano.
La entidad fue creada por Claudina Azevedo en 1965, y a lo largo de más de medio siglo tuvo presencia ininterrumpida en el centro de salud, asistiendo a los vecinos de Hurlingham, William Morris y Villa Tesei para realizar cualquier tramite en el hospital o dándoles todo tipo asesoramiento, entre otras tareas.

Una vieja foto de las volutarias del hospital de Hurligham, con sus tradicionales delantales rosas.
La tarea cotidiana de este grupo de mujeres siempre fue la de brindar apoyo a los vecinos que se acercaban al hospital. Desde tareas administrativas, hasta la organización de eventos solidarios para conseguir equipamiento el “Hospitalito”.
También solían donar habitualmente elementos para las distintas secciones del Hospital como tensiómetros, heladeras, relojes de pared, ropa de cama, ventiladores, entre muchos otros elementos.
Su actual situación impactó recientemente en la política institucional del municipio, cuando 8 de marzo fueron recibidas por la concejal opositora Andrea Giorgini. La referente de Juntos por el Cambio (en las últimas elecciones encabezó la lista interna de Facundo Manes), les hizo un homenaje que luego difundió por las redes.
“Hasta este momento las autoridades no nos responden a las notas que enviamos, ni se dan por enteradas”, declaró a medios barriales Rosa Bertone, una de las voluntarias.
Igualmente, el grupo no pierde las esperanzas de volver al hospital y espera que, luego de hacer público lo que sucede desde diciembre, las reciba el intendente interino Damián Selci, que desde mediados de 2021 reemplaza a Juan Zabaleta, con licencia para ocupar el cargo de ministro de Desarrollo Social de la Nación.