Sus sobrinos no querían dormir así que recurrió a un retorcido pero eficaz método [VIDEO]

Criar a los niños no es tarea fácil, en especial cuando hay que llevarlos a la cama. A los pequeñines no les importa nada más cuando están jugando, pero para sus cuerpos en desarrollo es importante descansar, por lo que los padres han encontrado los métodos más extraños para hacer esto posible. No creerás el punto al que llegó este tío para hacer que sus sobrinos se fueran a la cama.

En TikTok se hizo viral un video de cómo unos niños que jugaban en la calle fueron asustados por los lamentos de La Llorona, un espectro tradicional de la cultura mexicana. Sí, y de otras partes del mundo, ya sabemos que cada lugar tiene a esta sollozante mujer y cada uno se atribuye como el original, pero eso no lo vamos a discutir.

En el video, publicado por José Antonio Andrade (@antony_el_mas_viral_99), se narra cómo los inquietos niños seguían jugando a la pelota en la calle, ya pasada la medianoche, pero como todo lo que empieza tiene que acabar, su madre les pidió que se metieran a la casa porque ya se les había pasado su hora de dormir. Sin embargo, los pequeños no hacían caso, por lo que el tío Antonio recurrió a otros “métodos más eficaces”.

Apoyado de una buena bocina y un audio donde se escucha el llanto de la supuesta Llorona, Antonio tomó partido y lo reprodujo para que sus sobrinos lo escucharan. Pasaron unos segundos y todo parecía normal, pero solo bastó con que uno de ellos parara la oreja para darse cuenta de qué se trataba.

El más pequeño de todos fue el primero en decir “más vale ‘aquí corrió’ que ‘aquí murió’” y utilizó sus tiernos piecitos para emprender la huida a su casa. Los otros que no comprendían lo que pasaba se miraron entre ellos buscando una explicación a los ruidos espectrales, pero lo acompañaron con balones en mano, “no vaya siendo”.

No cabe duda de que el astuto tío logró su cometido. Aunque no tenemos información de cómo se encuentran ahora los pequeñines, sabemos que se fueron derechito a su casa sin chistar. Lo gracioso vendrá al otro día cuando se enteren en el chismecito de la colonia de que “La Llorona” se escuchó esa noche.