Mientras la justicia federal avanza en la causa por el ataque al Congreso, la vicepresidenta Cristina Kirchner -y máxima autoridad del Senado- puso en marcha la preparación de un informe propio sobre los ataques al recinto el día que se votaba en Diputados el acuerdo con el FMI.
La hipótesis que viene sosteniendo la vice y que expuso en dos videos publicados en las redes es que el ataque fue premeditado y en su contra. El informe que puso en marcha iría en el mismo sentido.
En paralelo, la Justicia investiga los incidentes como el ataque a un edificio público y hasta ahora no cuenta con pruebas que demuestren que fue contra Cristina. De hecho la jueza que instruye la causa, María Eugenia Capuchetti, ordenó una batería de medidas para determinar a los responsables de los daños ocasionados y cuánto representan los mismos para el patrimonio nacional.
Los participantes de los piedrazos al Congreso. Foto Federico López Claro.
En el expediente ya hay un primer informe de la Policía Federal que determinó que el ataque fue a varios despachos y no solo al de Cristina. Las oficinas de José Mayans -jefe del bloque del Frente de Todos- y Claudia Ledesma Abdala también fueron atacadas con piedras y pintura roja.
El informe que prepara Cristina -que ya fue aceptada como querellante en la causa está a cargo del área técnica del Senado que busca detallar, primero, cuántos despachos se vieron afectados por los disturbios.
La jueza Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo pidieron que se determine cuál fue el nivel de daño ocasionado al Congreso, un relevamiento de los espacios que fueron afectados por el ataque de un grupo de manifestantes, y también que se cuantifique el costo de los destrozos.
Cristina Kirchner sostiene que ella fue el objetivo del ataque y que lo ocurrido contra su despacho no fue producto de la casualidad, sino un plan pergeñado.
En el escrito presentado ante la justicia para ser tenida como parte querellante la vicepresidenta sostuvo que “de forma coordinada” un grupo atacó con “violencia” el Congreso de la Nación, específicamente sobre las ventanas de su despacho.
Ante la consulta de Clarín, fuentes judiciales señalaron que hasta el momento, con nueve personas bajo investigación y el análisis de las imágenes aportadas por las fuerzas federales como por el gobierno de la Ciudad, “no hay indicios de que se haya tratado de una tarea coordinada, que hayan atacado bajo algún tipo de organización”.
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La vicepresidenta, sin embargo, sostiene su hipótesis y en parte, por ese motivo, es que pidió que el Senado -que ella preside- sea tenido como parte querellante en el expediente. A cargo dela querella de la vicepresidenta estará Graciana Peñafort, abogada de Amado Boudou y con cargo en el Senado.
En la causa ya fue aportado un primer informe realizado por el personal de la Policía Científica de la Federal, también a pedido de la magistrada, donde se solicitó un detalle de los daños ocasionados: cuántas oficinas se vieron afectadas por los violentos incidentes, y qué área del Congreso fue “blanco” de los ataques de un grupo de manifestantes.
En la respuesta presentada el martes pasado, la fuerza federal que depende Aníbal Fernández detalló que no fue sólo el despacho de Cristina Kirchner el que sufrió destrozos: “se exponen daños desde la planta baja hasta el segundo piso del edificio del Congreso, mostrando una mayor amplitud de daños”, cuenta el documento.
Además de los daños en el despacho de la vicepresidenta, se relevaron roturas en las oficinas de Claudia Abdala y José Mayans. “Desde la planta baja hasta el segundo piso, toda el ala quedó dañada”, indicaron fuentes oficiales. Por ese motivo es que la causa entonces, se ocupará “de todos los daños que sufrió el Congreso, no en uno u otro despacho, sino la afectación al edificio legislativo”.
Por ahora hay nueve personas bajo investigación y los únicos jóvenes que fueron indagados se negaron a declarar. Se les imputó el delito de intimidación pública, agravado por los daños. La pena de ambas acusaciones es excarcelable.
