“Yo respondo para vos. No nos conocemos, pero yo soy bien leal, yo soy real. Voy de frente, no chamuyo, no miento, canto la papa y tengo la facilidad de hacer negocio”. El que habla, intentando convencer a Ariel “Guille” Cantero, el temido líder de la banda “Los Monos”, es Marcos Jeremías Mac Caddon.
La conversación es del 5 de marzo del año pasado y “Pato”, de 35 años, le ofrece “un negocio grande”. Le pide a Cantero su “apoyo” y le explica que, si hasta ese momento recibía “600 lucas” por semana, él le conseguiría “un millón”.
“Después, a medida que vamos avanzando, vamos a ir subiendo. No me interesa el cartel, no me interesa nada. (Con) el muchacho éste (en referencia a un tercero que hacía negocios con Cantero) la bronca se armó porque empezó a hacer cartel con vos y bueno, ahí los políticos se enojaron”, le explica Mac Caddon a “Guille”.
Marcos Jeremías “Pato” Mac Caddon, ladero de “Guille” Cantero, fue detenido en Rosario.
El negocio entre ambos se cerró y la Justicia buscaba hace tiempo a Mac Caddon. El 2 de octubre pasado, cuando en un cinematográfico operativo se dispusieron 84 allanamientos, escapó de la Policía como un fantasma: salió caminando de su casa, en la localidad de San Lorenzo, sin que los agentes distinguieran su presencia.
Este miércoles, cuando caía la tarde, lo capturaron en la zona norte de Rosario. Pasaron seis meses en los que cambiaba de domicilio con frecuencia.
En pocos meses, desde aquella conversación telefónica en la que le propuso a Cantero (33) incrementar las ganancias que tenía con los negocios ilícitos, Mac Caddon (34) se ganó la confianza del capo narco.
Ariel Máximo “Guille” Cantero, en uno de los juicios por videoconferencia. Foto: JUAN JOSE GARCIA.
Para la Justicia, el hombre ejecutó “la puesta en marcha de una organización criminal integrada por distintas personas que bajo sus directivas llevaron a cabo la comisión de conductas vinculadas al tráfico ilícito de sustancias estupefacientes, extorsiones, amenazas y abusos de armas en la ciudad de San Lorenzo”.
Se convirtió, así, en un ladero de importancia en el entramado delictivo que Cantero maneja desde hace tiempo en la cárcel. Mac Caddon se encargaba de una zona apetecible: el denominado Cordón Industrial, al norte de Rosario.
Demostró voracidad comercial y determinación incluso para ir contra otro peso pesado del hampa local que por estos días es juzgado por ataques, balaceras y homicidios, y que distintas investigaciones marcan como un sangriento oponente de los Cantero: Esteban Lindor Alvarado (42).
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Esteban Lindor Avarado, en el Centro Penal de Justicia. Foto: JUAN JOSE GARCIA.
En una conversación del 6 de septiembre pasado que mantiene Mac Caddon con un interlocutor desconocido queda ese dato en evidencia.
–Mac Caddon: ¿Vos no sabés alguno que venda para el Esteban Alvarado?
–Usuario 709: Yo tengo todo mal con este gil boludo…
–Mac Caddon: Le tenemos que dar con toda a cualquiera que enganchemos de él. Averiguame algún bunker de ellos o alguno que venda para él que le doy con toda.
–Usuario 709: Sí, dale. Vamos, que encima ando con unas ganas de tirar yo…
El momento de la detención. Foto Juan José García
Hasta iniciar el lazo comercial con Cantero, en redes sociales Mac Caddon aparecía como gerente general de una firma de ropa denominada “Juan Indumentaria”, y como productor de una banda musical.
El lazo con “Guille” permitió ir cerrando el perfil de su nuevo ladero: formaba parte de la barra brava de Newell’s y comandaba un grupo de personas que cometía delitos en las localidades de Rosario, Granadero Baigorria, Fray Luis Beltrán, Capitán Bermúdez y San Lorenzo.
Después de cerrar el acuerdo con Cantero, Mac Caddon avanzó varios casilleros. Su objetivo era “apoderarse del territorio y desplazar a grupos antagonistas mediante el uso de la violencia”, según concluyen los investigadores.
Para ello se asociaba con otras reconocidas figuras del ambiente criminal como Leandro “Pollo” Vinardi y Emiliano “Jija” Avejera”.
La Agencia de Investigación Criminal (AIC) del Ministerio de Seguridad de Santa Fe detuvo a Marcos Jeremías Mac Caddon, alias “Pato”. Foto Juan José García
“Por encima de todos se encuentra Ariel Máximo Cantero, a quien todos reconocen como figura líder y quien tiene la última palabra en la resolución de diferencias que se susciten entre los miembros del grupo”, concluyen los fiscales que lo investigaron.
En aquella conversación que mantiene con Cantero, la de marzo de 2021, el capo narco lo habilita para que avance con el “negocio grande” que le ofrece.
“Como vos quieras amigo. Vos fijate. Si los muchachos te pueden ayudar en lo que vos accedas, te van a ayudar en lo que vos quieras. Como vos los vas a ayudar a ellos, boludo, ¿me entendés?”, le aclara “Guille”.
En otra comunicación del 11 de septiembre, en la que Cantero sigue exhibiendo su facilidad para manejar la violencia desde la cárcel, le advierte a Mac Caddon: “Vos estás loco, boludo… tener problemas con todos estos locos, boludo. Pagales de una vez… no seas chanta”.
Cantero, en uno de los juicios contra Los Monos. Foto: JUAN JOSE GARCIA.
Mac Caddon se encargaba no solo de armar las actividades de tráfico de estupefacientes, como intermediario entre Cantero y los eslabones inferiores. Además, participaba de las amenazas y extorsiones para sostener la mecánica delictiva de la organización.
En una conversación del 15 de septiembre le deja un mensaje intimidante a un interlocutor desconocido. El destinatario es un tercero con el que mantiene diferencias.
“Decile que el hermano de él, ‘El Gabi’, le está debiendo una plata a la mafia. Que si no paga le caemos a la empresa y le hacemos un chiquero. Le damos con toda a vos, a él y a todo. Que le diga a Gabi que la mafia ya se pudrió”, amenaza.
Hábil para los negocios, Mac Caddon mantenía además un vínculo aceitado con la Policía, de quienes obtenía datos sensibles. Nada nuevo: se trata de una conexión que aflora en cada investigación judicial que avanza contra las organizaciones narco locales.
EMJ
