La titular del FMI, Kristalina Georgieva, volvió a quedar en la mira por su rol en el Banco Mundial (BM). Esta vez, por no haber tomado medidas siendo directora de la institución pese a estar en conocimiento de inconductas sexuales de un alto funcionario y de declarar públicamente que era una defensora de las víctimas femeninas de acoso sexual, según personal y exempleadas del organismo multilateral consultados en un artículo de The Wall Street Journal.
“Georgieva, ahora jefa del Fondo Monetario Internacional, acordó extender el mandato del entonces jefe del banco en Indonesia en 2018 incluso después del reclamo sobre su comportamiento. La inconducta del funcionario, Rodrigo Chavez, continuó en Indonesia, según fuentes al tanto de la cuestión”, se señala en la investigación firmada por Santiago Pérez.
Chaves, quien desde entonces se retiró del banco, lidera ahora las encuestas para convertirse en el próximo presidente de Costa Rica en las elecciones del 3 de abril. Georgieva, en tanto, asumió en octubre de 2019 como directora general del Fondo, después de dirigir el BM desde enero de 2017 hasta esa fecha.
Al frente del banco en Indonesia, el funcionario enfrentó varias quejas de acoso sexual, que llevaron a una investigación de tres años y a una disculpa del Banco Mundial con las mujeres involucradas.
“Al menos seis mujeres, incluyendo subordinadas directas que tenían cerca de 20 años y su primer empleo en la organización, dieron su testimonio ante los investigadores del Banco Mundial sobre las acciones durante el período de Chaves en los cuarteles centrales en Washington, que incluyeron comentarios comentarios lascivos, intentos de besos e invitaciones no deseadas a hoteles y vacaciones”, señaló The Wall Street Journal.
En 2019, Chaves fue desplazado por el Banco Mundial por “mala conducta” y poco después abandonó su cargo. Una apelación de dos empleadas que habían acusado al funcionario de acoso condujo a audiencias en el tribunal interno del organismo, que atiende las quejas del personal. Las trabajadoras buscaron un reconocimiento explícito de que Chaves las había acosado.
El resultado de las escuchas, difundido a los empleados del staff en junio pasado, concluyó que la gerencia superior manejó mal el caso de Chaves al no proteger a las mujeres que acosó ni tomar sanciones disciplinarias adecuadas contra él, pese a un patrón de comportamiento que se remonta a años atrás, según la investigación revelada por The Wall Street Journal.
En respuesta al fallo del tribunal interno, el actual presidente del Banco Mundial, David Malpass, armó un grupo de trabajo en noviembre para darle “atención urgente” a la responsabilidad gerencial y el temor a represalias entre el personal que hizo las denuncias.
Lo que no se conocía era el rol protagonizado por Georgieva en el escándalo.
La defensa de Georgieva
La economista búlgara dijo a The Wall Street Journal a través de una vocera que no estaba al tanto los detalles de la investigación sobre las acusaciones contra Chaves mientras la pesquisa se desarrollaba, y agregó que la investigación interna estuvo a cargo de los departamentos de ética y recursos humanos, ninguno de los cuales respondía a ella directamente.
En cambio, uno de los altos funcionarios familiarizados con el tema dijo que Georgieva sí conocía la investigación interna y fue informada directamente sobre la conducta de Chaves después de que el staff en Brasil se quejó sobre la posibilidad de que él asumiera ese puesto. La entonces directora del banco dijo que las acusaciones contra el funcionario parecían injustas para su reputación, según fuentes oficiales.
La actual titular del FMI dijo la semana pasada por medio de su vocera que ella se enteró en ese momento de la preocupación de las empleadas sobre la reputación de Chaves. Sin embargo, “nadie del personal relató ninguna experiencia de primera mano o hizo acusaciones específicas contra Chaves”, dijo Georgieva a través de su portavoz.
La fuente aseguró que Georgieva se toma seriamente el acoso sexual y que ella sostuvo discusiones abiertas con el personal mientras estaba en funciones en el organismo.
“Es algo que ella experimentó en su propia carrera, y a ella le importa mucho. Pero como CEO del Banco Mundial ella no podía tomar medidas contra ningún empleado sin evidencias“, agregó la vocera a The Wall Street Journal.
En 2018, Chaves abandonó el Banco Mundial durante su quinto año como director en Indonesia, un puesto prominente a cargo de un importante país en desarrollo. Luego fue designado como el próximo director en Brasil, otra posición codiciada, hasta que el personal protestó contra su desembarco, lo que llevó a Georgieva a dar de baja su nombramiento.
El documento sobre el caso publicado en junio por el tribunal del banco muestra que varias empleadas se quejaron públicamente sobre la designación de Chaves durante una reunión del personal en 2018. “Él es un conocido acosador sexual“, dijo una empleada de Brasil citada en el reporte.
La actual jefa del Fondo ya había quedado en la mira el año pasado, cuando el Banco Mundial anunció en octubre la suspensión del informe “Doing Business” tras una investigación que encontró irregularidades en las ediciones de 2018 y 2020. Georgieva fue acusada de ejercer presiones para mejorar el puntaje de China en un ranking mientras conducía el organismo financiero.
La denuncia abrió una crisis dentro del FMI, en donde las autoridades finalmente en octubre pasado ratificaron su continuidad como directora general y se reafirmó la “plena confianza” en ella, poniendo fin al debate.