A cuatro años y cinco meses de la agónica clasificación a Rusia, Messi y la Selección vuelven a Ecuador con otra cara

De Quito a Guayaquil. De la clasificación agónica gracias a tres genialidades de Lionel Messi en la altura el 17 de octubre de 2017, a esta tranquilidad de saberse adentro de Qatar hace cuatro jornadas en el cierre de unas Eliminatorias Sudamericanas que podrían terminar siendo las mejores desde la implementación de este sistema (desde Francia 1998). La Selección pisa suelo ecuatoriano cuatro años y cinco meses después con una realidad completamente diferente y con la idea de redondear una tarde magnífica. Con todo resuelto, Lionel Scaloni hasta se toma la licencia de meter variantes para probar algunos nombres ya pensando en la lista definitiva para el Mundial.

Mucho tiempo y demasiada agua pasó debajo de un puente que se vino abajo después de la enorme frustración en Rusia 2018. El equipo en ese entonces comandado por Jorge Sampaoli había transitado un camino lleno de baches con diferentes entrenadores. Lo inició con Gerardo Martino al frente, pasó en el medio Edgardo Bauza y llegó el Zurdo de Casilda. La AFA atravesaba un proceso de inestabilidad y el conjunto nacional era el espejo donde se reflejaban todos los inconvenientes. La última fecha fue estresante. La Argentina comenzó abajo en el resultado ante una Ecuador con varios juveniles. Todo se oscureció hasta que un tal Messi iluminó a todos con su fútbol y tres gritos que actuaron como desfibriladores. A los ponchazos se metió esa Selección a la Copa del Mundo en la que quedó eliminada en octavos ante Francia -luego campeona- en medio de un clima interno tenso por una relación rota entre el plantel y el DT.

A partir de allí, casi sin quererlo, se inició el proceso que derivó en la inimaginable situación favorable de hoy. Scaloni quedó de manera provisoria para cubrir el lugar vacante en el torneo juvenil de L’Alcudia, que ganó. Claudio Tapia le propuso iniciar una etapa de renovación del plantel y el nacido en Pujato aceptó. Tras la Copa América de 2019, en la que la Selección terminó en el tercer puesto, fue ratificado hasta Qatar.

Cuando Scaloni y todo su cuerpo técnico se sienten a realizar el balance de estas Eliminatorias, pondrán arriba de la mesa que en el sendero se fue evolucionando de modo constante y sostenido al punto que logró una coronación tras 28 años con la Copa América del año pasado en Brasil, armó un grupo humano sólido, encontró el equipo que mejor interpreta su idea, pudo sacar de Messi su mejor versión y sacó el boleto a la cita máxima de noviembre con bastante anticipación.

La Selección vive una atmósfera interna de armonía y mantiene una comunión con la gente que hacía años no ocurría. Es cierto que el título fue el envión que faltaba, pero ya había síntomas positivos desde antes. Se despidió del país con una goleada por 3-0 en la Bombonera ante Venezuela el viernes pasado y hoy saldrá al campo de juego del Estadio Monumental de Guayaquil en busca de prolongar esta actualidad perfecta.

Si le gana a la Ecuador de Gustavo Alfaro, que celebra su clasificación a Qatar, llegará a los 41 puntos y quedará a tres de superar a la mejor performance con este sistema de eliminatorio: 43 puntos con Bielsa para ir al Mundial de Corea-Japón 2002. Y eso podría ocurrir porque todavía tiene pendiente el clásico suspendido contra Brasil, que la FIFA dispuso que debería volver a disputarse aunque todavía no se sabe cuándo ni dónde (deberá ser en terreno neutral).

Además, con una victoria en Ecuador igualará el invicto de 31 partidos de Alfio Basile y le quedará podrá para superarlo con Italia el 1° de junio en Wembley, si es que no se juega antes contra Neymar y compañía.

Lejos de confirmar la formación, Scaloni dejó abierta la puerta para varias modificaciones. Antes de subirse al avión tampoco les dijo a sus dirigidos quiénes iban a ser los once, por eso hay dudas. Juan Musso y Gerónimo Rulli se disputan el arco. Lucas Martínez Quarta podría estar por Germán Pezzella. Guido Rodríguez entraría por Leandro Paredes (con alguna sobrecarga menor) y Exequiel Palacios lo haría por Alexis Mac Allister. Messi es número puesto. Y Julián Alvarez tendría su chance como titular por primera vez en la Mayor.

La Argentina cierra su camino rumbo al Mundial entre certezas mirando aliviada un pasado que ya no asusta.