Charles Leclerc, el líder del campeonato 2022 de la Fórmula 1, tras ganar en el Gran Premio de Bahréin y llegar el podio en la segunda fecha de Arabia Saudita, nació hace 24 años en Montecarlo, el principal distrito de uno de los estados más ricos del mundo. Sin embargo, no se crió en una familia con mucho dinero y en sus primeros años como piloto de karting, su papá Hervé, con experiencia en la Fórmula 3 y de quien heredó su pasión por los motores, tuvo que trabajar para sostener vivo el sueño de su hijo. Es más, en 2010, el monegasco necesitó una mano de su amigo y mentor Jules Bianchi para conseguir presupuesto para seguir corriendo internacionalmente. Su talento y los contactos del francés (fallecido en 2015 tras accidentarse durante el Gran Premio de Japón de 2014) le permitieron continuar su carrera, ir superando etapas y llegar finalmente a la máxima categoría. Muy diferente es su presente. Afianzado como piloto de Ferrari y como uno de los grandes protagonistas del Gran Circo, Leclerc disfruta hoy una vida de lujos.De acuerdo a un informe del medio neerlandés Racing News 365, que tras consultar varias fuentes dentro de la F1 y sus escuderías armó la escala salarial de los pilotos para la temporada 2022, Leclerc recibirá este año unos 12 millones de dólares por manejar el F1-75 de la Scuderia.
A ese sueldo se le sumarán los ingresos por sus acuerdos de patrocinio con varias marcas de primer nivel, a los que llegó gracias a su talento detrás del volante y a su carisma.
Además de ser uno de los rostros de Ferrari, fabricante de los autos deportivos más conocido y codiciados, por su posición en la Scuderia es también embajador de algunos socios comerciales del equipo italiano como Shell; Kaspersky Lab, compañía dedicada a la seguridad informática; y VistaJet, una empresa global de aviación comercial que pone a disposición de Leclerc y de su compañero de equipo, Carlos Sainz, un jet privado para viajar de carrera en carrera durante la temporada.
El monegasco es también la cara de la línea Made to Measure de Giorgio Armani, el gigante italiano de la moda, con quien comenzó una sociedad en 2020. Y tiene desde su etapa de junior un acuerdo con Richard Mille, una marca de relojes suizos que asocia la innovación técnica y la arquitectura en el diseño de sus piezas.
Aunque los números de sus contratos con esos sponsors no son conocidos, según sitios especializados, esos acuerdos -que duplicarían su sueldo como piloto (libre de impuesto, ya que reside en Mónaco)- le permitieron a Leclerc acumular una fortuna considerable, que el monegasco aprovecha para darse algunos gustos y disfrutar de la vida.
Charles Leclerc en su yate Monza. Foto Instagram @charles_leclerc
Amante de los autos como su padre, quien falleció en 2017, Charles es dueño de una “pequeña colección” de coches de Ferrari. En el garage de su fastuoso departamento de Montecarlo tiene un 488 Pista, dotado con el motor V8 más potente de la historia de la marca; un 812 Superfast; y un 488 Pista Spider, version descapotable del primero. Aunque también se mostró manejando ostentosos modelos de Maserati y Alfa Romero.
Su pasión por la conducción la despunta también sobre el agua, a bordo de su yate Monza, bautizado en homenaje al famoso circuito italiano que recibe cada año un Gran Premio de la F1, y valuado en más de dos millones de dólares.
Aunque la mayoría de sus posteos en sus redes sociales tienen que ver con su carrera deportiva, el monegasco suele compartir de tanto en tanto fotos en la que se lo ve al volante de su barco, navegando cerca de las costas de su ciudad natal.
También comparte de vez en cuando imágenes de sus viajes por el mundo (el último fue a México), a menudo acompañado por sus amigos, sus hermanos -Lorenzo, el mayor de la familia, y Arthur, el menor, que siguió sus pasos en el automovilismo- y su novia, Charlotte Siné.
Modelo e influencer, la monegasca de 22 años es la hija de Emmanuel Siné, gerente general de la Société des Bains de Mer, la empresa de entretenimiento más antigua e importante de Mónaco, propietaria del Casino y la Ópera de Montecarlo y el Hotel de Paris en esa misma ciudad.
Leclerc tiene equipado su departamento para disfrutar de sus dos grandes hobbies en sus momentos libres: los videojuegos y la música. Además de la consola instalada en una habitación propia, en la que pasó mucho tiempo durante el parate por la pandemia en el que no hubo competencia de la categoría reina, posee un piano de cola Steinway & Sons. Esa compañía, fundada en 1853 en Nueva York, fabrica los más codiciados pianos del mundo, que pueden llegar a costar hasta 170 mil dólares, dependiente del modelo.
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Charles Leclerc y sus amigos en un viaje a México, a principios de este año. Foto Instagram @charles_leclerc
De luchar para hacer realidad su sueño de correr en la Fórmula 1 a tener el mundo a sus pies, Charles Leclerc recorrió mucho camino desde sus primeros años a bordo de un karting. Hoy es uno de los grandes candidatos en un campeonato de la máxima categoría que recién comienza -este fin de semana se correrá la segunda fecha en Arabia Saudita- y disfruta una vida llena de lujos dentro y fuera de las pistas.
