Levantarse, caerse, rehabilitarse, volver a subir la pendiente. Si miramos hacia abajo, vemos cuántas veces insistimos, rodamos cuesta abajo, volvimos a pararnos con las rodillas llenas de pasto; a veces es la única forma de sacarse ventaja, a uno mismo: la pelea es siempre combatiendo en un campo de batalla conocido, un yo interno colmado de incógnitas.
Basta bucear un poco en nuestro mar interno para entender que estamos solos con nuestras penas y glorias. Por más que insistimos en hacer feliz a la prole, el camino de la felicidad es transitable con nuestras piernas, los que podemos hacernos felices somos nosotros mismos, sólo nosotros mismos. Después se verá de qué modo convivir con la angustiante incertidumbre de saber y entender si nuestros hijos, familia, amigos están dichosos, apenados, desesperanzados…
Empezar por uno, revisar el historial, el prontuario, la cédula verde que amerite un manejo óptimo, el ser dueños de algo, quizás un campo verde lleno de trigo recién sembrado, una casa con pasos de chicos que fueron criados y cuidados con amor.
Y si todo eso no alcanza… seguir, seguir, soportar las bofetadas de los días opacos, cortos, efímeros, ayudarse con la memoria de los buenos tiempos; tiempos valientes, jóvenes, indolentes…
Domesticar egos, barrer las hojas secas para que crezca el pasto verde, saber que el invierno pasa, que todo pasa, aprender a amar sin asfixiar… Y si todo eso no alcanza… seguir, seguir…
Roberta Garibotti
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OTRAS CARTAS
Un plan “sin seriedad” y “parte del relato”
Al fin, un plan. Después de 27 meses de asumir y sin haber presentado ningún plan económico -solo planes sociales y más empleo público-, el Gobierno finalmente presentó el plan Argentina Productiva 2030. Por intermedio de éste, promete crear dos millones de puestos de trabajo formales en el sector privado, reducir en 9 millones la cantidad de pobres y crear 100.000 empresas formales.
Nadie podría estar en desacuerdo con el “qué”, pero el problema es que sobre el “cómo” no dicen una palabra. El plan no menciona nuevas inversiones ni cambios impositivos ni subsidios o reformas laborales que estimulen la creación de empleo formal para invertir en un país con un gobierno poco previsible, dirigista, estatista e intervencionista.
Mientras no lo hagan, este plan carece de seriedad y debiera considerarse parte del relato al que nos tiene acostumbrados el populismo.
Ricardo E. Frías
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Critica al Gobierno porque no se hace cargo de nada
Es asombrosa la habilidad que tiene este gobierno para encontrar excusas que intentan justificar sus múltiples fracasos.
Para nombrar unas pocas: 1) Mauricio Macri (¡Ah, pero Macri!), causa de todos los males habidos y por haber; 2) “¡Ah, pero la pandemia!” (no olvidar la cuarentena acérrima a la que fuimos sometidos ni los Vacunados VIP que se colaron tras la tardía llegada de las primeras vacunas ni el cumple de Fabiola Yañez en Olivos). Y ahora se atajan ante la posible escasez de gas con el latiguillo “¡Ah, pero la guerra!”.
Siempre tiran la pelota afuera, señalan culpables con el dedo, sin hacerse cargo de su flagrante ineptitud en todas las áreas.
Irene Bianchi
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Pide que se concrete un parque lineal en Caballito
Lamentablemente ha surgido en el barrio de Caballito un grupo vecinal que se encarga de manera prepotente de boicotear cualquier proyecto beneficioso para la gente desde hace décadas. La última intromisión de esta asociación S.O.S. Caballito fue lograr detener el emprendimiento del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para construir un parque lineal en Honorio Pueyrredón sobre una mano de la avenida que no tiene salida a Rivadavia y es muy poco utilizada por los automóviles, pasa una sola línea de colectivos.
Esta asociación se ha encargado con frases falaces y engañosas de juntar firmas en otros barrios de manera tramposa, modificando el enunciado del proyecto diciendo “no” al embaldosado de Honorio Pueyrredón, lo cual sería todo lo contrario.
El barrio de Caballito en la zona del Cid Campeador ha sufrido un enorme crecimiento demográfico desde hace más de veinte años, no siendo simétrico con la creación de espacios verdes que equilibren dicho crecimiento. Por esta razón es que los vecinos de Honorio Pueyrredón y aledaños pedimos que se continúe construyendo el proyecto que tanto nos beneficiaría para poder vivir en armonía con el entorno y esperamos ansiosos darle la bienvenida al parque lineal que tanto necesita esta zona de la ciudad densamente poblada.
Lucrecia Pérez Clémen
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Decepcionado por el que debería ser “mi gobierno”
Decepción es el pesar causado por un desengaño; un sentimiento de insatisfacción que surge cuando no se cumplen las expectativas sobre un deseo, hecho o una persona. Se forma en unir dos emociones primarias, la sorpresa y la pena.
Fui (desde muy chiquito), soy y seré peronista. Eramos una familia humilde y mis primeros juguetes fueron gracias a la fundación Eva Perón; vi a mi papá, muy joven, un modesto empleado, comprarse un terreno en cuotas y construir nuestra primera casa a través de un crédito del Banco Hipotecario.
Me formé orgulloso en tres niveles de Educación Pública de excelencia, y así tantas superaciones sociales estimuladas… Creí siempre, y aún lo hago, en la justicia social, la independencia económica y la soberanía política.
Qué decepción tremenda entonces me produce a mis 73 años, éste, que voté, y debería ser “mi gobierno”, verlo deambular sin rumbo, improvisando en casi todo y peleados entre sí. Dicen que siempre se está a tiempo…
Luis Bruno Barrionuevo
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