Avanza el tiempo y sigue sin haber noticias sobre el paradero de María Luján Barrios, la joven de 24 años que desapareció en Esteban Echeverría. Sin embargo, a cuatro meses de que se le perdiera el rastro, la investigación empieza a arrojar respuestas.
Un hombre, conocido desde el comienzo de la causa como “el remisero”, fue detenido con prisión preventiva y ya se habla de un posible femicidio. Las autoridades pudieron determinar que el celular de la joven estuvo en poder del acusado y que él incluso chateó con amigas de la joven y les pidió dinero haciéndose pasar por María Luján.
La familia, que desde un primer momento pidió que no dejaran de buscarla, se muestra satisfecha con la detención, pero sospechan que podría haber más implicados. Piden encontrarla “donde sea y como sea”.
María Roldán, mamá de la víctima y encargada del cuidado de los cuatro pequeños hijos de María Luján, encabezó el lunes por la noche una marcha de antorchas en El Jagüel para pedir justicia al cumplirse cuatro meses de la desaparición. “Lo que más queremos es que se llegue a la verdad. Ya es mucho tiempo, muchos meses de angustia y desesperación“, reclama la madre.
María Luján Barrios y la búsqueda que ya lleva cuatro meses sin pistas claras.
En la marcha del lunes, una multitud de vecinos acompañaron a la familia, con antorchas encendidas, desde la estación de El Jagüel hasta la casa de la víctima, en Pío XII: “Fue muy fuerte recibir el apoyo de la gente. No veo la hora de que todo esto termine”.
Durante la reconstrucción del camino que hizo María Luján antes de desaparecer aparecían varios sospechosos: dos ciudadanos colombianos, el remisero que la llevó la noche de la desaparición y otros conocidos.
El hombre que ahora permanece detenido como principal sospechoso había admitido públicamente tener una relación con la joven que describió como “no afectuosa”.
El DNI de María Luján Barrios fue hallado en un basural algunas semanas después de su desaparición.
En los últimos días, el hallazgo del celular de María Luján cerca de la casa de este hombre encendió las alarmas. Al cotejar las últimas ubicaciones que marcaba el aparato, se determinó que estuvo en posesión del acusado. En el celular había mensajes eliminados, pero que pudieron ser recuperados por la Policía.
La última noticia concreta que se tenía sobre la desaparición de María Luján tenía que ver con el hallazgo de su DNI tirado en un basural de Monte Grande. Si bien en el lugar no encontraron ningún otro objeto perteneciente a la joven, daba la pauta de que podría no haber salido del distrito.
Esa pista y otros elementos habrían llevado a los investigadores a cerrar el cerco de la investigación sobre el hombre que desde hace meses era uno de los señalados por la familia.
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En enero Clarín entrevistó a la madre de la víctima y ella aseguró que sospechaba de varias personas que habían sido vistas con María Luján en las horas previas a su desaparición.
Durante los primeros días hubo dos hombres detenidos, que aparecían implicados en la causa por imágenes de cámaras de seguridad que los mostraban junto a la joven minutos antes de su desaparición. Las inconsistencias de sus relatos los habían llevado a quedar detenidos, pero semanas más tarde fueron liberados.
En un principio, los sospechosos admitieron haber estado junto a María Luján la noche de su desaparición en la casa de uno de ellos, pero afirmaban que la joven se había ido cerca de 1.30 en compañía de otra persona. Las cámaras, sin embargo, mostraron que estaban mintiendo y que María Luján había salido más tarde de la casa y en compañía de uno de los dos.
María Luján Barrios, desaparecida en El Jagüel, Esteban Echeverría.
La familia, desde ese momento, pedía que se le prestara especial atención a un remisero que aparecía en ciertos momentos de la reconstrucción de los últimos días de María Luján antes de la desaparición.
En marzo se comenzó a ofrecer una recompensa de $4 millones por información certera que sirva para esclarecer qué ocurrió con María Luján.
El dinero lo puso a disposición el Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires y esperan que de esa forma se pueda romper el manto de silencio que hay sobre el caso.
María Luján Barrios mide 1,50 metro de estatura, tiene tez trigueña, cabello negro, contextura delgada y posee un tatuaje en el brazo derecho con las iniciales “A. E. S.” y la palabra “chino”. Al momento de su desaparición vestía una campera negra y azul, un pantalón oscuro y zapatillas negras.