Una mujer reveló que en medio del dolor y la angustia, gastó una fortuna en la clonación de su gato muerto porque creía que la mascota era “su alma gemela”.
Kelly Anderson, de 32 años, oriunda Texas (EE.UU.), contó el difícil momento que atravesó cuando su mascota Chai, de solo cinco años, murió en 2017.
Cariño eterno a su mascota
“La perdí muy joven, así que cuando falleció, recordé una conversación que había mantenido con mi compañero de habitación sobre la clonación y contacté a ViaGen Pets“, comienza a relatar su experiencia en ITV ‘s This Morning.
Anderson clonó a su adorada gata.
Mientras acariciaba en su regazo a Belle, el clon de Chai que llegó a su vida en 2021, comentó que el proceso de clonación de su animal tomó cuatro años.
“Definitivamente valió la pena la espera”, asegura, y revela que biológicamente su nueva gata Belle comparte el mismo ADN de Chai debido al proceso de clonación.
Clonación y precios
ViaGen Pets, con sede en Texas, es una división de TransOva Genetics, que ofrece servicios de clonación de animales a dueños de mascotas desde hace 17 años.
La clonación de un perro cuesta US$50.000, mientras que un gato en la actualidad aumentó a US$35,000 debido a la inflación y los costos.
Dos gotas de agua: Chai y Belle.
Justifican que la diferencia de precio tiene que ver con que las perras entran en celo solo una o dos veces al año mientras que el ciclo reproductivo de una gata es mucho más frecuente.
Se requiere al menos dos muestras de piel para recolectar el ADN, y la mayoría se toman del vientre o del interior de una pata.
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Para clonación se requiere al menos dos muestras de piel para recolectar el ADN.
Las muestras luego se enfrían con bolsas de hielo y se envían a un laboratorio, donde se colocan en una incubadora y las células comienzan a crecer.
Dentro de dos a cuatro semanas, hay millones de células. Luego se las recoge y coloca en viales que se congelan en tanques de nitrógeno líquido.
Siguiendo con los números, esta preservación genética cuesta US$1600 con una tarifa anual de US$150 por almacenamiento.
El paso siguiente es extraer un óvulo donante de un animal donante. Se extrae el núcleo del óvulo para que no quede ADN y se reemplaza con una de las millones de células que se han cultivado en el laboratorio.
Kelly Anderson en una entrevista de un programa de TV estadounidense.
El embrión se implanta en un animal sustituto que da a luz gatitos genéticamente idénticos al gato original.
Comparación
Cuando la conductora del ciclo le preguntó a Alison si Belle se siente como el mismo gato, la mujer aclaró: “Tengo en claro que ella es otra gata. Y no espero que fuera Chai”.
Y continuó: “Nunca quise que ella fuera Chai, para sí reconozco que se sintió como un reemplazo. Y también pienso que de cierto modo es un pedazo de Chai, y eso me importa”.
Más allá de que también adoptó a otros dos gatos, la mujer quería clonar a Chai porque sentía que “no tenía ese tiempo con ella” después de que murió joven.
La nueva gata Belle, con ADN de Chai.
Respecto a la mayoría de las críticas que recibió, que apuntaban a la enorme suma de dinero que gastó Kelly para clonar a su gato, comparó: “Entiendo que US$25,000 es definitivamente mucho dinero, pero la gente gasta eso en autos todos los días o más y nadie dice nada al respecto”
