El sueño de toda pareja que llega al retiro, viajar juntos en casa rodante, terminó en unas vacaciones trágicas para la familia Barker. Beverley y Ronnie, un matrimonio estadounidense de 69 y 72 años respectivamente, fueron víctimas de un mínimo error en la configuración de su GPS, que derivó en que tomaran un camino equivocado. Sin saberlo viajaron directo hacia una trampa mortal.
Habían salido desde Oregón rumbo a Arizona y no se habían dado cuenta que el pequeño aparato de posicionamiento había quedado configurado en modo “evitar autopistas”. Les recomendó un camino alternativo, que los llevó a una montaña al oeste de la pequeña localidad de Silver Peak, en Nevada.
Vieron otros autos tomando el mismo rumbo que ellos por lo que no dudaron en avanzar por esta otra carretera, especialmente cuando notaron que en la ruta había otro vehículo llevando una casa rodante, igual que ellos. Las instrucciones los hacían dar vueltas, a esta altura ellos ya sabían que iban a subir una montaña, pero nunca temieron estar haciendo algo mal.
Sabían que iban a subir una montaña, pero nunca temieron estar haciendo algo mal.
La casa rodante iba sin problemas por la carretera, simplemente debían reducir la velocidad para evitar que rebotara por ir demasiado rápido. Hasta que la ruta dejó de ser asfaltada y pasó a ser un camino mejorado de grava y arena. El trailer no estaba preparado para este suelo y a los pocos kilómetros quedó trabado en medio del desierto, sin poder moverse hacia adelante ni hacia atrás.
Lo tomaron con calma, la casa rodante les permitía tener la posibilidad de dormir en una cómoda cama, así que se decidieron a pasar la noche allí para luego ir a buscar ayuda por la mañana. Al amanecer del lunes 28 de marzo, desengancharon el Kia Soul del remolque y comenzaron a conducir para obtener ayuda.
Quedaron trabados en medio del desierto.
Atascados en medio del desierto
Según relató la propia Beverly, dieron un giro equivocado con el auto y a tres kilómetros de donde había quedado la casa rodante, nuevamente se atascaron. Confiaban en que la ayuda no tardaría en llegar y con algunas limitaciones físicas para moverse, decidieron esperar en el vehículo a los rescatistas. No imaginaron que estarían una semana allí.
Los primeros días los atravesaron sin mayores preocupaciones, Beverly aseguró que se mantuvieron relativamente de buen humor. Leyeron la Biblia que tenían, vieron volar los aviones y hasta se maravillaron con el cielo despejado de la noche. Pero la espera se complicó cuando Ronnie comenzó a tener problemas para respirar.
La pareja también se turnaba para tocar la bocina en un patrón de SOS.
Beverly iba con su andador a buscar agua y utilizaba una mascarilla facial N-95 para recoger nieve y así obtener agua para beber. La pareja también se turnaba para tocar la bocina en un patrón de SOS. La espera ya era desesperante.
La salud de Ronnie se agravó, necesitaba atención médica y ayuda para respirar, pero todavía no había novedades de los rescatistas. “Se culpó a sí mismo por habernos metido en esa situación”, contó Beverly. “Pero no creo que él haya tenido que cargar con la culpa”. El lunes 4 de abril a las 15, Ronnie Barker murió. Su esposa se mantuvo a su lado un día y medio hasta que finalmente los encontraron.
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Beverley, de 69 años, fue trasladada en avión a un hospital de Reno.
De inmediato, Beverley, de 69 años, fue trasladada en avión a un hospital de Reno donde, según los informes, se encuentra en buena forma. La búsqueda del matrimonio tuvo en vilo a todos en aquella localidad y ante la enorme repercusión de la noticia, la familia emitió un comunicado:
“La familia de Ronnie y Beverly Barker desea agradecer a quienes participaron en las operaciones de búsqueda y rescate para localizar a nuestros amados familiares. La gran cantidad de apoyo fue increíble por parte de los miembros de la comunidad local. Nuestros corazones están llenos debido a los esfuerzos que se realizaron para ayudarnos a traer a Ron y Bev de regreso a casa”.
