El 25 de abril quedó instituido en todo el mundo como el Día de lucha contra el maltrato infantil “con el objetivo de promover los buenos tratos en la crianza y reflexionar sobre la violencia ejercida hacia niñas, niños y adolescentes”.
En esa fecha, instituciones oficiales y de la sociedad civil de todo el mundo se preocupan por visibilizar este flagelo que, según las cifras oficiales pone en riesgo a 2 o 3 niños cada hora en la Argentina. Este número surge si se contempla, por caso, las 45.598 llamadas recibidas entre octubre de 2020 y septiembre de 2021 en la Línea 102, una herramienta desarrollada por la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (SENAF), del Ministerio de Desarrollo de la Nación, para denunciar los casos de violencia.
Ana Álvarez, Directora del Hogar María Luisa, dijo que cada 25 de abril es “un día imprescindible para visibilizar y tomar conciencia sobre las situaciones que viven niñas, niños y adolescentes que son víctimas del maltrato infantil”. “En este día internacional contra este flagelo, desde el Hogar María Luisa queremos poner de relieve la responsabilidad que nos atañe a cada uno y una en particular, frente a estas realidades, pero sobre todo a la oportunidad que tenemos como sociedad de cambiar la historia”, dijo Álvarez.
“Nos resulta importante poner el foco en el concepto de “corresponsabilidad” para comprender cuál es esa responsabilidad compartida y qué podemos hacer como sociedad. En lo referido al cuidado y defensa de los derechos de la infancia, se trata fundamentalmente de asumir nuestro rol como actores decisivos en su protección: conocer los derechos y poder denunciar o consultar ante casos concretos, y apoyar a las organizaciones de la sociedad civil, que como nosotros actúan sobre la problemática”, agregó la especialista.
“Nuestra experiencia en el Hogar nos enfrenta al maltrato en las infancias todos los días. Hace poco, como ejemplo de esto, ingresó a nuestra casa una niña que nos conmovió por su corta edad y situación. Junto al equipo técnico la recibimos y a la psicóloga le tocó asistir en el momento del baño, rutina que siempre se hace y dónde proveemos ropa limpia y calzado, pero que en esta ocasión costó mucho más de lo habitual. La niña lloraba con mucho miedo, poniendo a prueba toda estrategia de contención. Hasta que transcurrido un tiempo pudo poner en palabras que temía al agua, a “hundirse”, a “quemarse”…Estos son los tipos de avisos que nos ilustran sobre lo que sucedía, a lo que estaba expuesta. Son las marcas que con el tiempo van uniendo esas historias de sufrimiento en el que vivían los chicos”, dijo Álvarez a la hora de contar su propia experiencia de trabajo sobre la problemática.
El Hogar tiene una página web hogarmarialuisa.org para comunicarse con la institución.